Diez condenados por la operación «Carancho» de Florida

La Policía llevó a cabo una investigación que permitió desarticular una red de faena clandestina. La carne terminaba en comercios de la ciudad y dejaba una importante suma de dinero producto de la venta ilícita. La operación «Carancho», llevada a cabo por personal de la Brigada Departamental de Seguridad Rural de la Policía de Florida, comenzó hace unos nueve meses y su ejecución tuvo lugar en febrero bajo la coordinación de la Fiscalía departamental. En este sentido identificaron que las personas involucradas compraban animales caídos, que por diversas causas habían muerto, para luego de faenarlos y vender productos cárnicos en comercios de la capital departamental y en otros departamentos con el riesgo sanitario que el consumo de este tipo de carnes conlleva. El modus operandi consistía en concurrir a los establecimientos con un vehículo «puntero» que informaba de posibles controles policiales; en muchas ocasiones se utilizaron remises para llevar a cabo la tarea. El autor de estos delitos compraba los animales en 4500 pesos, habiendo comprado en el período de investigación unos 40 vacunos. Una vez faenados, le quedaban 200 kilos de carne promedio, unas ocho toneladas, que vendidas a unos 200 pesos el kilo, le redituó 1.600.000 pesos. El jefe de Policía de Florida, Rúben Saavedra, explicó a UNICOM que la investigación reveló que el principal imputado hace muchos años que vendría dedicándose a estos ilícitos. El pasado martes 8, en el Juzgado Letrado de 4to. Turno de Florida se dispuso la condena de diez personas mayores de edad (nueve hombres y una mujer) que deberán cumplir prisión en régimen de libertad a prueba de acuerdo a las condenas dictadas para cada uno, con penas que van desde los veinte meses de prisión a los seis meses, debiendo todos ellos cumplir varias medidas entre las cuales se encuentra la prestación de servicios comunitarios por el término de Saavedra indicó que en el procedimiento se incautaron implementos varios afines al negocio de carnicería, y que el autor tenía dos camionetas para el transporte de la carne, no siempre utilizando el mismo vehículo para despistar a la Policía. Respecto al estado de la carne, se comprobó que no estaba en condiciones de ser comercializada, contando con el apoyo de autoridades e inspectores de INAC. Por otra parte, el Jefe agregó que el día en que se desarticuló esta organización se documentó la escena del hecho comprobando así las malas condiciones de higiene, realizando las faenas en el campo rodeado de canes y dos meses. otros animales.

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