El Padre Hernando se trasladó a la Parroquia San José de Florida

La Comunidad de San Pedro de Durazno se despidió de su párroco, el P. Hernando que, desde ayer asume la responsabilidad de animar la fe en la Parroquia San José de Florida. Compartimos las palabras que le dedicó la comunidad a la que sirvió en los últimos 16 años:

¡GRACIAS! Al decir del poeta “al andar se hace camino…” y si lo relacionamos con tu entrega hacia nuestra comunidad de San Pedro, querido Padre Hernando, el camino que has recorrido junto a nosotros es mucho y fecundo.
Hoy el andar te ha preparado otros caminos que tendrás que recorrer, pero sabes que no estás sólo, porque la cercanía, presencia y oración las vas a sentir siempre cercana. No te decimos “adiós”, sino un “hasta pronto”, porque te vas cerca y serán muchas las oportunidades donde nos encontremos nuevamente para celebrar o compartir otros momentos. Toda la comunidad de la Parroquia San Pedro, y me ánimo a decir que toda la ciudad y el departamento de Durazno con sus Capillas y Comunidades por las que has pasado, agradecen tu presencia durante estos 16 años donde has anunciado a Cristo con tu testimonio de persona, de humildad, tu amistad sincera, tu ayuda y tu vida siempre dispuesta a la escucha.
Cuántas veces has estado en los momentos de dolor, junto a un enfermo o cuando nuestros seres queridos han partido a la casa del Padre. Y por supuesto que también en los momentos alegres cuando celebramos la vida… cuántos bautismos, cuántas comuniones y casamientos han sabido bendecir tus manos de sacerdote. Esas manos que hacen presente a Cristo en la Eucaristía y en los sacramentos, son signo del amor de Dios que se manifiesta en tu vida y en tu ministerio.
Damos gracias a Dios por todo este tiempo compartido y agradecemos que en tu persona hemos encontrado no sólo al Sacerdote, sino también al amigo, siempre dispuesto a la ayuda del que lo necesita.
La Parroquia queda en buenas manos… pero te vamos a extrañar. Qué María, nuestra Madre común guíe tus pasos y te proteja siempre, cuentas con nuestra oración y cercanía siempre. Querido Padre Hernando, sigue siendo instrumento en las manos de Dios para que, con tus palabras y gestos mu hos experimenten a nuestro Padre Bueno en sus vidas.
Y como te dijimos al comienzo.. . Esto no es un “adiós”…

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