Fernando Labandera: Libertad de prensa – libertad de expresión

En estos días rodos supimos del caso del Periodista Ignacio Alvarez que emitió al aire unos audios que formaban parte del caso de una presunta violación ocurrida en el barrio del Cordón en la ciudad de Montevideo. A partir de allí comenzaron todo tipo de idas y venidas de opiniones a favor y en contra. Pero la fiscal de la causa pidió a la Juez de la causa que se librara una orden de allanamiento contra la radio Azul FM donde Ignacio Alvarez tiene un programa y además una orden de allanamiento para la casa del periodista. La jueza accedió. Las mismas en definitiva no se concretaron porque de la radio debían llevarse una computadora que iba a dejar fuera del aire a la emisora y en la casa de Alvarez  no había nadie.

A raíz de esto casi todos los actores políticos se manifestaron y las asociaciones de prensa y sindicatos se expresaron contrariamente a los allanamientos que según dijeron recordaban a épocas de dictadura.

En su programa La Pecera Alvarez dijo entre otras cosas: “Va más allá de Nacho Álvarez, creo que es algo que a todos nos quitó el velo y nos hizo abrir los ojos de lo peligrosa situación en la que estamos. Y cuando hablo de eso, me refiero a todo, de tres guachos que están en cana, acusados de una supuesta violación grupal donde los propios audios que nosotros emitimos en nuestro programa hacen dudar muchísimo de que se haya empleado la violencia, pero aun cuando sea válida una formalización con prisión ¿era necesario? Bastante ya hemos hablado de eso y sobre todo sobre la falta de imparcialidad, la falta de objetividad, la falta de sentido común de algunos magistrados en Uruguay. Eso unido a una especie de fanatismo, embanderándose con determinadas causas. Que puedan ser loables en sí, pero en el corazón de un magistrado, en el cerebro de una fiscal o una jueza son un peligro para todos los ciudadanos”, expresó.

Este acto hizo que el foco de atención sobre la supuesta violación se corriera hacia el tema de las libertades de prensa lo que no le hace bien al tema judicial.

Pero tampoco le hace bien dejar que los actores judiciales comiencen a actuar con el criterio propio y no el legal, ya que estos allanamientos tenían como finalidad descubrir quien había hecho llegar esos audios al periodista. Y esto infringe la disposición por la que los periodistas pueden y deben salvaguardar las fuentes de información. Porque el periodista hace noticia con las fuentes que le proveen datos y ellos dan esos datos seguros de su anonimato debido a esa máxima que permite a los periodistas guardar silencio al respecto.

Entonces debemos todos respetar los principios legales y en especial la propia Justicia debería hacerlo.

Y no debemos olvidar que como dijo un periodista “el periodismo no debe ni acusar ni juzgar hechos, solamente prende la luz para que las cucarachas se espanten y corran y todos podamos ver de dónde salen y a donde van”.

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