El Día Mundial del Síndrome de Down se conmemora cada 21 de marzo, una jornada dedicada a celebrar la diversidad y el valor de quienes viven con esta condición.
Es una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos diarios que enfrentan, al tiempo que reconocemos y apreciamos sus habilidades y contribuciones únicas a nuestras vidas y comunidades.
Celebrando la inclusión y la diversidad
Este año, la conmemoración sigue bajo el lema “Poner fin a los estereotipos”, como establecido por las Naciones Unidas en 2012. El mensaje busca desmantelar prejuicios que obstaculizan la equidad y la igualdad de oportunidades, enfatizando que el síndrome de Down ofrece perspectivas únicas y talentos especiales a nuestro mundo.
Según el último relevamiento nacional realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Asociación Down del Uruguay (ADU) en septiembre de 2024, aproximadamente 2.200 personas con síndrome de Down viven en el país. Más del 50% son hombres, alrededor del 40% tiene entre 6 y 24 años, y en la población mayor de 55 años predomina el sexo femenino. En cuanto a la distribución geográfica, un 40% reside en la capital, un 15% en Canelones, y cerca del 5% en Colonia, Maldonado y Salto.
La esperanza de vida para las personas con síndrome de Down en Uruguay es 56 años, comparado con los 78,2 años para la población general. Esta diferencia se atribuye a la condición en sí, comorbilidades asociadas y el proceso natural de envejecimiento.
Más del 80% presenta alguna afección de salud, más del 60% requiere medicación permanente, y 1 de cada 5 ha sido sometido a al menos una cirugía cardíaca.
En el ámbito educativo, más del 60% asistía a un centro educativo al momento de la encuesta, el 30% lo había hecho en algún momento, y solo el 6% nunca asistió. Laboralmente, menos del 20% de las personas adultas con síndrome de Down ha recibido algún tipo de remuneración por su trabajo.
A pesar de los avances, persisten barreras significativas. Mariela Larrandaburu, directora del programa de Enfermedades Raras y Anomalías Congénitas del Ministerio de Salud Pública (MSP), subraya que “la actitudinal es una barrera invisible, muy difícil de romper”. Larrandaburu destaca que la inclusión va más allá de la presencia; implica crear entornos donde cada persona, independientemente de sus habilidades, sea valorada, respetada y apoyada en su desarrollo y participación.
Es fundamental seguir trabajando desde distintos ámbitos para derribar barreras físicas y sociales, garantizando que las personas con síndrome de Down alcancen su máximo potencial. Esto incluye acceso equitativo a la educación, empleo, atención médica de calidad, oportunidades recreativas y una mayor participación en la toma de decisiones, optimizando así su autonomía y calidad de vida.
En este marco, el MSP ha actualizado un folleto con información basada en evidencia sobre el síndrome de Down. El objetivo es ofrecer a padres, familiares y tutores información actualizada para enfrentar los desafíos en cada etapa de la vida de las personas con esta condición.
Hoy, en la Asociación Down Florida, invitamos a acompañar y participar en la jornada para concientizar sobre el síndrome de Down. ¡Habrá sorpresas!
18:30 hs – Rivera 3132, Florida