El 25 de agosto de 1825 la Sala de Representantes reunida en Florida proclamó la Declaratoria de la Independencia, un paso decisivo en la historia nacional
Hace 200 años, en la villa de Florida, la Sala de Representantes de la Provincia Oriental dio un paso fundamental para la historia de nuestro país: el 25 de agosto de 1825 proclamó la Declaratoria de Independencia, afirmando la libertad de la Provincia Oriental de todo poder extranjero y su unión a las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Este acto, reflejado en una ley histórica, no fue un hecho aislado sino la culminación de un proceso marcado por luchas y convicciones profundas. Todo comenzó el 19 de abril de ese mismo año, cuando el “Desembarco de los Treinta y Tres Orientales”, liderado por Juan Antonio Lavalleja, encendió la chispa de la rebelión contra la ocupación brasileña que pesaba sobre nuestro territorio desde 1820.
A ese movimiento se sumaron importantes caudillos como Fructuoso Rivera, quien hasta entonces había colaborado con el ejército invasor. Lavalleja convocó a los cabildos de la campaña para elegir representantes que conformaran un gobierno provisorio encargado de administrar las tierras liberadas.
El 14 de junio de 1825, en Florida, se instaló ese gobierno, que a los pocos días llamó a elecciones para integrar la Sala de Representantes. A pesar del invierno y la lucha armada, los diputados fueron llegando desde distintos pueblos, formando una asamblea que el 20 de agosto comenzó sus sesiones con la presidencia del presbítero Juan Francisco Larrobla.
Entre sus primeras acciones estuvo la designación de representantes para el Congreso de las Provincias Unidas en Buenos Aires, y el nombramiento de Lavalleja como Gobernador y Capitán General de la Provincia Oriental.
Finalmente, el 25 de agosto se aprobaron dos leyes clave. La primera declaró la nulidad de la incorporación a Portugal y Brasil y reafirmó la soberanía de la Provincia Oriental: “Se declara de hecho y de derecho libre e independiente del Rey de Portugal, del Emperador del Brasil y de cualquier otro del universo”.
La segunda ley estableció la unión voluntaria y heroica de la Provincia Oriental con las Provincias Unidas del Río de la Plata, dando inicio a una nueva etapa política en nuestra historia.
Al aproximarnos al 14 de junio, fecha en que se instaló formalmente el Gobierno Provisorio en Florida, recordamos ese momento de organización y esperanza que sentó las bases para la independencia definitiva que celebraríamos el 25 de agosto.
Este bicentenario nos invita a valorar la valentía y el compromiso de aquellos que, desde Florida, iniciaron la construcción de nuestra identidad nacional.