Desde hace años, la historia del frigorífico en Florida parece repetirse una y otra vez, con promesas de reactivación que terminan en decepción. La comunidad espera que esta vez sea diferente, pero las dudas persisten.
Redacción de Cambios
En los últimos días, se ha hablado mucho sobre una posible reapertura del Frigorífico Florida, un símbolo de la economía local que ha atravesado múltiples altibajos en los últimos tiempos. Sin embargo, la historia que rodea a esta planta industrial parece repetirse, con un patrón que preocupa a los vecinos y a quienes han visto cómo se ha manejado esta situación en el pasado.
Desde que tengo memoria, especialmente desde los tiempos de la antigua Granja Florida, la misma dinámica se ha ido repitiendo. La planta se compra a crédito, se solicita un préstamo enorme con garantías de que las instalaciones funcionarán por un tiempo, y luego, cuando la situación se complica, la maquinaria y los bienes son vaciados y vendidos, ya sea por venta directa o a través de ejecuciones bancarias.
Este ciclo, que parece no tener fin, ha generado una sensación de incertidumbre y desconfianza en la comunidad. La esperanza de que esta vez la reapertura sea definitiva se ve opacada por la historia pasada, que muestra cómo las promesas de reactivación terminan en una especie de círculo vicioso, dejando a muchos sin trabajo y sin un horizonte claro.
Mientras tanto, los vecinos y extrabajadores siguen esperando que las autoridades y los empresarios encuentren una solución definitiva, que permita que el frigorífico deje de ser solo un recuerdo y pase a ser una realidad que beneficie a toda la comunidad. La esperanza está puesta en que esta vez, con un enfoque diferente, se logre romper con ese patrón y se pueda construir un futuro más estable para Florida.
Fuente: Redacción de Cambios
