El presidente uruguayo participó este miércoles 24 en el 80.º período de sesiones de Naciones Unidas. Condenó el terrorismo, rechazó la violencia sobre civiles en los conflictos bélicos y afirmó que el país está preparado para ofrecerse al mundo como mediador y constructor de paz.
En su primera intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente Yamandú Orsi afirmó que Uruguay se encuentra en condiciones inmejorables de convertirse en un país promotor del diálogo y la mediación internacional, en un contexto global marcado por el recrudecimiento de guerras y tensiones geopolíticas.
El mandatario condenó toda forma de terrorismo, al que calificó como “una despreciable actitud de cobardía”, y advirtió que en las guerras actuales predomina “la práctica sistemática del exterminio” contra poblaciones civiles indefensas. “El fin nunca justificó los medios. Todo enfrentamiento bélico es criminal, más allá de la geografía o religión que se invoque para justificarlo”, sostuvo con firmeza.
Una tradición histórica de paz
Orsi destacó que Uruguay ha sido históricamente reconocido por su vocación pacifista y su defensa del derecho internacional como garantía de soberanía de los pueblos. Recordó que en 1907 el país tuvo una postura firme en la Conferencia de La Haya en favor del arbitraje obligatorio, y que en 1921 se convirtió en el primer Estado del mundo en aceptar la jurisdicción de la Corte Permanente de Justicia Internacional.
Además, subrayó que en los últimos 35 años, Uruguay ha participado de manera ininterrumpida en operaciones de paz de Naciones Unidas, enviando batallones a diversas regiones del mundo.
“En función de estos y otros antecedentes, me permito afirmar que Uruguay puede ser anfitrión de negociaciones y promotor de redes de diálogo que conduzcan a la construcción de la paz y la prevención de conflictos”, expresó.
La situación global y el llamado a detener la violencia
El presidente también se refirió a la situación en Medio Oriente, donde remarcó que “Uruguay siempre sostuvo la posición de dos naciones, dos pueblos, dos Estados”. Reclamó a la comunidad internacional atender con seriedad los informes sobre los territorios palestinos y pidió medidas inmediatas: “Instamos a implementar las recomendaciones de la ONU, a suspender las operaciones militares, a detener las muertes de civiles inocentes y a liberar a los rehenes”.
En esa línea, advirtió que ningún Estado democrático puede, bajo el derecho a la defensa contra el terrorismo, ejercer la barbarie sobre la población civil. “Menos aún contra personas especialmente vulnerables e indefensas”, señaló.
Consensos internos y solidez democrática
En otro tramo de su discurso, Orsi resaltó que en Uruguay la alternancia de partidos en el poder se desarrolla con normalidad institucional. “Lejos de ser una crisis, es un acto de pura normalidad”, afirmó, destacando que el país mantiene consensos básicos frente a desafíos como la pobreza infantil, la inseguridad o la desigualdad social.
Subrayó que el país se distingue en la región por su alto nivel de desarrollo humano, la distribución del ingreso y la estabilidad de sus reglas de juego, lo que garantiza seguridad para los compromisos internacionales y para los inversores.
Un mensaje de tolerancia
El mandatario cerró su discurso citando al expresidente José Mujica, quien solía afirmar que “la tolerancia es el fundamento para poder convivir en paz”. Con esa idea, Orsi reforzó el mensaje de que el pequeño país sudamericano, “que cultiva el diálogo y el acuerdo como claves de convivencia”, está dispuesto a sumar esfuerzos por la paz mundial.
Redacción de Cambios
