“A la Virgen de los Treinta y Tres le dio nombre el pueblo”

El obispo emérito destacó la raíz popular de la devoción mariana en la gesta de la independencia
Redacción Cambios

En el marco del ciclo de conferencias La presencia católica en el proceso de la independencia, el obispo emérito de Canelones, Mons. Alberto Sanguinetti, ofreció una profunda reflexión sobre el papel de la Virgen María en los orígenes de la patria. Su exposición se centró en la figura de la Virgen de los Treinta y Tres, Patrona del Uruguay, y en cómo su nombre y veneración surgieron de manera espontánea desde el pueblo.
Según expuso, la Virgen ya era reconocida por los fieles mucho antes de 1825, y su título no fue el resultado de una decisión eclesiástica formal, sino de un sentimiento popular que la vinculó de forma natural con los hechos históricos de la independencia. “No hubo un movimiento eclesial para darle nombre, fue la gente común la que la llamó así”, afirmó Mons. Sanguinetti.
Destacó además que su historia es única y que, cuando en otros países se pregunta por la patrona del Uruguay, muchas veces es necesario explicar el trasfondo histórico que le da sentido a su nombre. “Cada vez que en el exterior preguntan por ella, hay que hacer un curso acelerado de historia”, comentó con tono ameno.
El obispo emérito se encuentra escribiendo un libro dedicado a la Virgen de los Treinta y Tres y alentó a los presentes a difundir su devoción como parte esencial de la identidad uruguaya y de la fe del pueblo.
Fuente: Diócesis de Florida

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