El Obispo Diocesano presidió con solemnidad las celebraciones en honor a Nuestra Señora del Carmen en Capilla del Sauce, donde la comunidad se reunió para conmemorar esta advocación de la Santísima Virgen. La fiesta, también celebrada en Durazno, Blanquillo y el monasterio Edith Stein de Florida, inició con una emotiva procesión alrededor de la plaza del pueblo, seguida por la Santa Misa, representaciones de los niños de catequesis y un compartir fraterno que fortaleció los lazos comunitarios.
Durante la homilía, Mons. Martín invitó a los presentes a contemplar la mirada de María, destacando su capacidad para reflejar la belleza, el amor y la paz de Dios. Hizo hincapié en la apertura del corazón de María a la Palabra de Dios en medio del silencio, instando a los fieles a seguir su ejemplo para que el mundo pueda encontrar en ellos la misma belleza, amor y paz divinos.
La celebración también fue un momento de alegría y renovación de la fe, ya que Mikaela recibió los sacramentos de la Confirmación y la primera Comunión, en compañía de su familia, las Hermanas Peregrinas y la comunidad parroquial. Durante el ofertorio, miembros de la comunidad presentaron sus alegrías, artesanías, tejidos, la bandera del lugar, un libro con su historia, así como los escapularios del Carmen, el pan y el vino que se transformarían en el Cuerpo y Sangre de Jesucristo, el Salvador.
La comunidad de Capilla del Sauce expresó su calidez y hospitalidad, agradeciendo a todos los presentes y extendiendo una invitación a unirse en oración por sus intenciones. La celebración de Nuestra Señora del Carmen no solo fortaleció la fe y la devoción, sino que también recordó a los fieles su llamado a reflejar la belleza, el amor y la paz de Dios en el mundo.
Diócesis Florida