La comunidad de la Capilla San Isidro honra a su patrono con una procesión y Eucaristía presidida por el Obispo Diocesano
En un emotivo acto celebrado en la Capilla San Isidro, ubicada en el Camino de las Tomateras a unos 8 kilómetros de Fray Marcos, la comunidad de La Escobilla se reunió para honrar a San Isidro Labrador. La zona, conocida por su producción hortícola en invernaderos, está habitada por jóvenes matrimonios y numerosos niños.
Durante la tarde de ayer, el Obispo Diocesano presidió la procesión y la Eucaristía junto al Párroco P. Francisco. Mons. Martín animó a los asistentes a llevar el Evangelio a su vida diaria, recordando el ejemplo de San Isidro, quien combinaba su amor por la tierra y su trabajo de labrador con una profunda devoción a Jesús, especialmente en la Eucaristía.
El Obispo también destacó la importancia del cuidado de la Casa Común en todas las actividades productivas. Subrayó que el futuro depende de la responsabilidad compartida de todos en el cuidado del medio ambiente.
Durante el ofertorio, la comunidad presentó productos agrícolas locales como símbolo de su trabajo y fe: una azada, espigas de trigo, y cajones con morrones, tomates, coles, lechugas y calabazas. Estos productos, junto con el pan y el vino, fueron ofrecidos y transformados en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, alimentando espiritualmente a los presentes en La Escobilla.