Unas 80 familias reclamaron más información del gobierno, que se evalúen riesgos y un análisis técnico independiente.
Redacción CAMBIOS
La construcción de una represa en Casupá, con la que el gobierno proyecta reforzar la disponibilidad de agua potable en la zona metropolitana, mantuvo en alerta a vecinos de esa región de Florida. Unas 80 familias afincadas allí desde hace décadas se movilizaron para advertir sobre el impacto ambiental, social y económico que, entienden, provocaría la obra.
La represa, según se informó, estaría ubicada a 10 kilómetros del pueblo y tendría un embalse con capacidad de 118 millones de metros cúbicos de agua. Para ello, sería necesario inundar unas 2.900 hectáreas, generar una zona de exclusión de otras 700 y talar aproximadamente 400 hectáreas de monte nativo.
OSE realizó a fines de julio un llamado a expresiones de interés para ejecutar la construcción de la presa sobre el Arroyo Casupá y las obras anexas. El acto de apertura de ofertas está previsto para el 25 de setiembre. El gobierno ya había señalado que las obras comenzarían en 2027, con una duración de tres años, y que llenar el espejo de agua demandaría entre seis meses y un año. El costo de la obra se estimó en 130 millones de dólares, financiados por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).
Cabe recordar que el embalse había sido impulsado inicialmente por el Frente Amplio y luego reflotado por el actual Poder Ejecutivo, tras descartar el proyecto Neptuno, que proponía una planta desalinizadora en Arazatí, San José, y que enfrentó cuestionamientos financieros y ambientales.
En este marco, delegaciones parlamentarias visitaron la zona y los vecinos fueron recibidos por la Comisión de Ambiente del Senado, en donde reiteraron su pedido de mayor información, la evaluación de los posibles riesgos y la realización de un análisis técnico independiente.
Fuente: enperspectiva.uy
