El convencional del Partido Colorado en Florida, Esequiel Ibarra, solicitó formalmente que el Tribunal de Ética del partido y la Comisión de Constitución y Legislación del Senado analicen la actuación del senador Andrés Ojeda, luego de que la fiscal Silvia Lovesio señalara que el legislador, en su calidad de abogado, presentó un escrito ante la Fiscalía General de la Nación solicitando el reexamen de una causa, lo que podría constituir una violación del artículo 124 de la Constitución.
Dicho artículo establece que los senadores y representantes no pueden tramitar asuntos en nombre de terceros ante organismos del Estado, y advierte que su incumplimiento debe implicar la pérdida inmediata del cargo legislativo. La fiscal Lovesio remarcó que la Fiscalía es un servicio descentralizado y que la acción podría encuadrarse dentro de esa prohibición constitucional. El caso fue elevado a la fiscal de Corte, Mónica Ferrero, quien sostuvo que se trata de un asunto comprendido dentro de la independencia técnica de los fiscales.
La situación generó repercusiones dentro del Partido Colorado. Para Esequiel Ibarra, el episodio debe analizarse con seriedad institucional, ya que —según sostuvo— el sistema político no puede exigir rigor al gobierno nacional si no aplica los mismos estándares hacia adentro. En su visión, está en juego un principio fundamental: determinar si en Uruguay prevalece lo político sobre lo jurídico.
Ibarra subrayó que el artículo 124 es particularmente estricto al establecer una consecuencia directa ante la violación de sus disposiciones, a diferencia de otros artículos constitucionales. Consideró que la actuación de Ojeda podría implicar una “violación flagrante”, no solo desde lo normativo sino desde el punto de vista institucional, ya que la intervención de un senador ante un organismo estatal podría interpretarse como un potencial mecanismo de presión, aun cuando no hubiese intención directa de hacerlo.
El convencional colorado destacó que la preocupación central es el resguardo de las instituciones y del orden republicano. En su opinión, el partido debe dar señales claras de respeto a la Constitución, actuando con los mismos criterios tanto hacia sus propios legisladores como hacia los de otras colectividades políticas. Sostuvo que el Partido Colorado, con casi 190 años de historia, ha sido un defensor permanente de la institucionalidad y no debe apartarse de ese camino.
Finalmente, Ibarra afirmó que esta instancia representa una oportunidad para que el Senado y el partido demuestren a la ciudadanía que ninguna posición de poder está por encima del marco jurídico que rige a todos los uruguayos.
Redacción de Cambios
Este señor ya no sabe que hacer para aparecer en las portadas! Luego de que Ojeda le dió de comer, se pone en contra a él por no haber obtenido un carguito! Vergonzozo!