Copadores de la óptica de Sarandí Grande fueron condenados

La Justicia ha emitido su veredicto para los responsables de un audaz y violento copamiento en una joyería en Sarandí Grande. La óptica y joyería Málaga en la ciudad de Sarandí Grande fue escenario de un asalto que dejó a sus víctimas maniatadas y aterradas.

El incidente tuvo lugar en la mañana del viernes pasado, cuando dos individuos ingresaron armados al establecimiento. Su acción se tradujo en el sometimiento de la responsable del comercio y un empleado, a quienes maniataron y condujeron al fondo del local. La situación se agravó cuando los delincuentes procedieron a sustraer numerosos objetos de valor antes de emprender su escape.
Las fuerzas de seguridad actuaron de manera rápida y efectiva, montando un operativo que culminó con la detención de los criminales en la Ruta 5, cerca del kilómetro 108. Sorprendentemente, en el vehículo escapaban también una mujer y una niña de tres años. El cacheo del automóvil resultó en el hallazgo de tres armas, además de joyas y dinero.
El resultado legal de este incidente se ha establecido recientemente. Los autores fueron condenados por un delito de copamiento en reiteración real y un delito de tráfico interno de arma de fuego. La acusación presentada por la Fiscalía recibió la aceptación de los involucrados, quienes admitieron su participación en los hechos. Las sentencias impuestas fueron de 8 años y 6 meses de penitenciaría para uno de los individuos con antecedentes, y 8 años de penitenciaría para el otro, quien no tenía registros previos. Por su parte, la mujer involucrada quedó en libertad.
El testimonio de Rafael Sastre, trabajador de la Óptica Málaga, arroja luz sobre el terror vivido durante el asalto. Sastre relató cómo los delincuentes irrumpieron en el establecimiento mientras él y la dueña se encontraban en diferentes partes del local. Fueron amenazados y maniatados antes de ser abandonados en el fondo del local. “Se mostraron muy agresivos” y les exigieron la ubicación del dinero y las llaves de las vitrinas. A pesar del susto y la tensión, Sastre señaló que todos están bien y se refirió a la inseguridad que afecta incluso a lugares donde uno no espera que ocurran tales incidentes.
Este acto de violencia ha dejado una marca en la comunidad de Sarandí Grande, recordando a todos la importancia de la seguridad y la necesidad de abordar la delincuencia de manera efectiva. La condena a los responsables envía un mensaje claro de que tales acciones no quedarán impunes en la sociedad.

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