En el marco de la conmemoración del Día Mundial contra el Cáncer, el 4 de febrero, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ministerio de Salud Pública (MSP) se suma a la campaña de alcance mundial que promueve la Unión Internacional de Lucha contra el Cáncer “Soy y lo haré”.
La campaña que culmina este año con el lema: “Juntos, todas nuestras acciones son importantes” invita a las personas a tomar pequeñas o grandes acciones que trasciendan comunidades y fronteras con el fin de lograr la reducción del impacto global del cáncer.
El Programa Nacional de Control del Cáncer del MSP tiene entre sus objetivos la reducción de la incidencia y mortalidad del cáncer en Uruguay, centrándose en acciones de educación, promoción de salud y prevención, a través de la coordinación de actividades y recursos en el campo de la oncología.
El cáncer es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad a nivel mundial y se prevé que el número de casos aumente de forma importante en los próximos 20 años. En nuestro país constituye la segunda causa de muerte, luego de las enfermedades del aparato circulatorio, con un 24% del total de defunciones. Lo que significa que una de cada cuatro personas en nuestro país fallece a consecuencia de padecer cáncer.
Actualmente son 8.000 las muertes por esta enfermedad, entre las que el cáncer de piel no melanoma es el más frecuente, y se diagnostican más de 16.000 nuevos casos de cáncer por año. Los de mayor mortalidad son los cáncer de mama, pulmón y colo-recto.
Uruguay presenta, en relación a esta enfermedad, un perfil epidemiológico similar al de los países desarrollados, por múltiples causas: estilo de vida mediterráneo, aumento de la expectativa de vida, ente otros. En tal sentido, el MSP recuerda que entre un 30-40% de los cánceres se pueden prevenir si se adoptan estilos de vida saludables como por ejemplo, no fumar, mantener una alimentación saludable, evitar el consumo excesivo de alcohol, mantener un peso saludable, realizar actividad física a diario y evitar la exposición solar en las horas no recomendadas (de 10 a 16hs.).
Entre 1990 y 2016 la mortalidad por cáncer se redujo, en el caso de los hombres, en un 18.2% debido a la disminución de la mortalidad por cáncer de pulmón en este grupo de la población; mientras que en las mujeres la baja de la mortalidad por consecuencia de cáncer de mama y cuello uterino redujo este guarismo en un 13.2%, aunque se ha notado un aumento en la incidencia del cáncer de pulmón.
Durante la pandemia se registró una baja en los exámenes de detección precoz del cáncer de mama, cuello uterino y colon y recto de entre un 28 a 42%. Por tal motivo se recomienda a la población que consulte a su médico, quien determinará la necesidad de realizar estudios tales como la mamografía, PAP y el test de sangre oculta en materia fecal. A medida que avance el plan de vacunación contra la Covid-19, en la población en general y del personal de salud en particular, de vital importancia para dar mayores garantías de seguridad en los ambientes de asistencia médica, se espera que los controles oncológicos y de prevención vuelvan a su cauce habitual. Si se realiza el diagnóstico de cáncer en etapas tempranas se puede lograr su curación y evitar tratamientos radicales con una consecuente mejora en la calidad de vida del paciente.
Covid-19 y el cáncer en Uruguay.
Aquellos pacientes con cáncer avanzado, especialmente de pulmón o neoplasias hematológicas, o que reciben tratamiento oncológico, son los de mayor riesgo de enfermedad grave y mortalidad por Covid-19.
Sin embargo, la evidencia disponible sugiere que las tasas de incidencia de Covid-19 entre los pacientes con cáncer que reciben tratamiento activo siguen siendo bastante bajas: de entre el 1 y el 4%.
Los pacientes con diagnóstico de cáncer mayor a 5 años tienen un menor riesgo de enfermedad grave y mortalidad que los de diagnóstico más reciente.
De acuerdo a datos proporcionados por el área de Gestión de la Información de la Dirección General de Salud del MSP, en el año 2020 fueron 20 las personas que, fallecidas por Covid-19 tenían cáncer, con un promedio de edad de 71.1 años.