Diócesis Florida se une a la lucha contra la adicción

En un esfuerzo por abordar el flagelo de la drogadicción, la Diócesis Florida se une a la Pastoral Latinoamericana de Acompañamiento y Prevención de Adicciones (PLAPA) en un compromiso por tejer relaciones sanas y ofrecer apoyo a los jóvenes que enfrentan el problema de la adicción.

La Diócesis Florida ha anunciado su participación activa en la lucha contra la adicción, siguiendo el ejemplo de la Red Latinoamericana de Acompañamiento y Prevención de Adicciones (PLAPA). El padre Carlos Olivero, uno de los impulsores de PLAPA, enfatiza la importancia de animarse a hablar y no encerrarse, apostando por los vínculos saludables como una vía para ayudar a los jóvenes desorientados que encuentran en las drogas un escape a sus dolorosas realidades.
“Queremos que en todos lados donde el padecimiento vinculado con el consumo de sustancias va creciendo y dejando gente tan rota la Iglesia se organice como una familia que abraza. Este apoyo del Papa nos da una alegría enorme y nos entusiasma a seguir trabajando”, expresó el padre Carlos Olivero, sacerdote argentino y uno de los impulsores de la red PLAPA.
La Diócesis Florida se une a la iniciativa en el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, renovando su compromiso de oración y trabajo contra las sustancias psicoactivas, siguiendo la convocatoria del Papa Francisco. La PLAPA, nacida como fruto de un encuentro convocado por el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), busca abordar de manera global las problemáticas del consumo en las zonas más vulnerables de América Latina y el Caribe.
El padre Olivero propone el modelo de escuelas abiertas y el desarrollo de clubes para fortalecer las instituciones que cuidan la vida, particularmente la de los jóvenes. Además, la Diócesis Florida se compromete a generar espacios para la escucha, reconociendo la importancia de buscar relaciones sanas y escuchar el corazón de aquellos que necesitan apoyo.
La Diócesis Florida se une a la misión eclesial de acompañar a las personas que se van complicando y a los jóvenes antes de que se compliquen, ofreciendo su apoyo en la prevención de adicciones y el cuidado de la vida de la comunidad.

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