Una jornada que invita a los niños y sus familias a explorar, comprender y gestionar sus emociones
En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, el Club de Niños Prado Español llevó a cabo una Feria de las Emociones, una innovadora propuesta diseñada para que los niños, junto con sus familias y el personal del club, puedan explorar y comprender mejor las emociones humanas. La feria se estructuró alrededor de cinco emociones principales: Alegría, Tristeza, Enojo, Desagrado y Temor, cada una representada en stands interactivos que ofrecieron juegos y actividades educativas.
Jorge Dey, director del club, expresó la importancia de abordar la salud mental de manera integral, especialmente desde una edad temprana. “Esta actividad tiene como objetivo principal enseñar a los niños que todas las emociones son válidas y que es vital aprender a expresarlas y gestionarlas adecuadamente. Es un esfuerzo colectivo de docentes, técnicos y padres para crear un espacio seguro donde los niños puedan explorar sus sentimientos”, comentó Dey.
Con una participación activa de los 70 niños que asisten regularmente al club, así como del equipo de 17 funcionarios, entre los cuales se incluyen psicólogos y trabajadores sociales, la feria fue diseñada para integrar a la comunidad educativa en la reflexión sobre la salud mental. La psicóloga Estefanía Cabrera explicó que el enfoque no solo está en la parte cognitiva, sino también en la conexión con el cuerpo. “Queríamos que los niños experimentaran y expresaran cómo se sienten de manera corporal, porque las emociones no solo se viven en la mente, también tienen un impacto físico. Los niños se han involucrado profundamente en la preparación de los stands, lo cual les permitió ser parte activa de la experiencia”, añadió.
La idea de los stands fue inspirada en la película Intensamente, un recurso didáctico muy conocido entre los niños, que sirvió de puente para enseñarles sobre la importancia de validar y reconocer las emociones. “Esta película nos dio una forma accesible y entretenida de hablar sobre algo tan complejo como las emociones. La usamos como un punto de partida para que los niños entiendan que, aunque algunas emociones puedan parecer difíciles o incómodas, todas son necesarias y parte de la experiencia humana”, comentó Soledad Delloca, trabajadora social del club.
La feria no solo estuvo dirigida a los niños, sino también a sus familias y al personal del CAIF cercano. “Quisimos que las familias fueran parte de esta experiencia porque es crucial que los niños tengan un entorno de apoyo en casa que valide sus emociones. Además, la interacción entre los padres y sus hijos en este tipo de actividades refuerza el lazo afectivo y ayuda a que todos comprendan mejor la importancia de la salud mental”, señaló Delloca.
Durante la feria, los niños participaron activamente, preparando los stands y siendo responsables de explicar las emociones a quienes los visitaban. Cada stand ofrecía una experiencia distinta: desde juegos que les ayudaban a identificar cuándo están enojados y cómo calmarse, hasta actividades artísticas donde podían expresar sus alegrías y tristezas a través del dibujo y la pintura. “Están encantados, realmente se sintieron parte de todo el proceso, y eso es lo que queremos, que sean protagonistas de su propio aprendizaje emocional”, destacó Cabrera.
Este tipo de iniciativas refuerzan la importancia de educar sobre salud mental desde edades tempranas, mostrando a los niños que las emociones, sean positivas o negativas, forman parte de la vida y son todas igualmente valiosas. “Queremos que entiendan que la alegría no es mejor que la tristeza, o que el enojo no es algo malo, simplemente hay que aprender a gestionarlo. A través de esta feria, buscamos que cada niño pueda encontrar herramientas para vivir y expresar sus emociones de una forma sana y equilibrada”, explicó Jorge Dey.
La Feria de las Emociones se ha convertido en una de las actividades más significativas del Club de Niños Prado Español, un espacio que no solo educa en términos académicos, sino también en habilidades emocionales y sociales. Con actividades como esta, el club refuerza su compromiso con el bienestar integral de los niños, preparando a futuras generaciones para enfrentar los desafíos de la vida con una mayor comprensión de sí mismos y de los demás.
La jornada concluyó con una invitación abierta a las familias y la comunidad a continuar apoyando el desarrollo emocional de los niños, entendiendo que la salud mental es tan importante como la física, y que educar en emociones es clave para formar adultos más sanos y felices en el futuro.