La comunidad de la parroquia del Carmen de Durazno celebró ayer su fiesta patronal con una procesión que inició en San Pedro, una representación teatral, la Eucaristía y un compartir fraterno.
El Obispo Diocesano comentó el Evangelio del Domingo XVI en la homilía y señaló la importancia de hacernos un espacio para examinar lo que hacemos como comunidad en la misión de la Iglesia, cómo es nuestra evangelización, qué hemos hecho, qué hemos de incluir, qué hemos de corregir.
“¿Lo estamos haciendo bien? ¿es necesario reorientar la mirada? ¿qué nos preocupa? ¿qué es esencial y qué sin importancia? ¿dónde está nuestra acción? ¿estamos sintonizados con la gente como Jesús?” preguntó Mons. Martín.
También instó a los presentes a tener la mirada compasiva de Jesús, a servir a los que están “cansados y agobiados”, a los más frágiles y a evangelizar la cultura, porque si no lo hacemos corremos el riesgo de quedar fuera de la historia. “Nuestro Dios es compasivo, estamos invitados a ser compasivos” afirmó.
