Escritores Floridenses: Nancy Pombo- «Vocación»

Clara era una niña solitaria. No tenía hermanos, sus padres no le permitían jugar con los niños del barrio. Por eso no compartía juegos, charlas, risas con sus pares. Nunca entendió esa actitud de sus padres.
Vivía con ellos en una casa muy bonita, con un gran vergel donde árboles de diferentes especies se alineaban en canteros que su papá trabajaba para aportar el alimento a su familia. Su mamá, cultivaba un jardín muy codiciado por vecinas y amigas. Los bulbos crecían y daban flores muy perfumadas.
Para Clara entrar al jardín y al vergel era como adentrarse en un concierto de perfumes, fragancias, azahares, alelíes dobles, claveles, nardos y hasta repollos en flor.
La niña, en ocasiones, le ofrecía algunas flores a su maestra, su referente afectivo académico. Sus padres eran analfabetos.
Jugaba a las maestras. Los árboles, plantados en filas eran sus alumnos. Chilo y Chila eran los más díscolos; los retaba imitando el comportamiento de la mayoría de las maestras de esa época que educaban gritando. Tenían clase de canto las noches de luna. Les hacía cantar las canciones aprendidas en la escuela dirigidas por una maestra que tocaba el piano e incitaba a cantar a sus pequeños coreutas.
Clara me contaba que era feliz en su mundo sin interferencias ni de madre o padre. Ya se estaba formando su carácter independiente. Para que nadie la comprendiese hablaba un idioma diferente; no sabía cómo se llamaba, pero sí estaba embriagada con el perfume de sus alumnos.
Transcurrieron algunos años y encontré a Clara en el Secundario. ¡Qué alegría! Podía compartir con ella mi soledad. También soy hija única. Nos hicimos amigas y confidentes inseparables. Me contó que el primer día de clase tuvo una asignatura que se llamaba Francés.
—¡Pero es lo que yo hablaba con mis alumnos disfrazados de árboles y plantas! ¡Qué descubrimiento! ¡Una revelación!
Estaba tan feliz que le dijo a la profesora:
—Voy a ser profesora de Francés.
Encontró su vocación desde sus juegos infantiles y sus perfumes llevándola al mundo de la docencia que es y será su vocación y la mía.

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