El sector Podemos y el Ejecutivo Departamental se sentaron a dialogar sobre la deuda millonaria, el pago a proveedores y el futuro económico del departamento
Redacción de Cambios
La intendencia de Florida atravesó una de las peores crisis financieras de su historia reciente, con un panorama que puso en riesgo la continuidad de servicios esenciales y la estabilidad económica de miles de familias. En este contexto, el sector Podemos, encabezado por Cayetano Stopingi, y el Ejecutivo Departamental mantuvieron una reunión clave para analizar la magnitud del problema y comenzar a delinear estrategias conjuntas para enfrentar esta realidad.
El principal desafío radicó en una deuda con proveedores locales que, al cierre del ejercicio 2024, superaba los 220 millones de pesos, cifra que puso en jaque a muchas pequeñas y medianas empresas, así como a trabajadores vinculados a la economía regional. A esto se sumó la urgencia de garantizar el pago de salarios a los funcionarios públicos, quienes dependen de estos ingresos para sostener a sus familias.
José Luis Curbelo, representante del equipo oficialista, destacó que, pese a las dificultades, ya se dieron pasos importantes para asegurar el pago de sueldos en tiempo y forma durante los próximos días, algo que fue confirmado públicamente por el Intendente. Asimismo, reconoció que el encuentro con Podemos permitió afianzar la coordinación política necesaria para afrontar los meses venideros.
En la reunión se centró especialmente en el proyecto de retiro incentivado, que se encontraba en análisis en la Junta Departamental, como una de las herramientas fundamentales para aliviar la carga financiera de la intendencia. Además, se evaluaron otras posibles medidas, incluyendo la búsqueda de un fideicomiso o líneas de crédito, que pudieran proveer recursos frescos para cubrir compromisos inmediatos sin comprometer la estabilidad futura del departamento.
Desde el sector Podemos, Cayetano Stopingi fue enfático en la importancia de que esta crisis no fuera tomada solo como una cuestión administrativa o económica, sino como un fenómeno que impacta directamente en la calidad de vida de los habitantes de Florida. Señaló que la situación afecta a productores rurales, trabajadores de diferentes áreas, organizaciones culturales y sociales, y a toda la comunidad en general.
Queremos ser parte de la solución, y para eso es fundamental que haya un sinceramiento de la realidad y que todos los actores políticos asuman sus responsabilidades, aseguró Stopingi. Asimismo, resaltó que para revertir esta situación se necesita un compromiso claro y maduro que permita construir acuerdos políticos sólidos, poniendo siempre en el centro a las personas que dependen del funcionamiento del departamento.
Ambos sectores reconocieron que, además de las medidas financieras, es imprescindible continuar con una política de austeridad y control del gasto público. Stopingi valoró las recientes decisiones de la intendencia para revisar contratos y reducir gastos innecesarios, que serán fundamentales para lograr un equilibrio presupuestal.
La crisis que enfrenta Florida no solo es un desafío económico sino también social y político. La voluntad manifestada por todos los involucrados indicó que hay un camino de diálogo y colaboración abierto, aunque será necesario tomar decisiones difíciles para garantizar un futuro sostenible para el departamento.
Este encuentro marcó un punto de inflexión en la historia reciente de Florida y dejó en claro que la salida de la crisis requiere del compromiso conjunto de gobierno, oposición, empresas y ciudadanía.


