La actual terminal, ubicada en pleno centro, quedó chica y sin servicios suficientes. Vecinos, viajeros y empresas coinciden en la necesidad de modernizarla o trasladarla a un espacio más amplio y funcional.
La ciudad de Florida ha cambiado mucho en los últimos años. Creció su población, se expandieron los barrios, aumentó el flujo de visitantes y se diversificaron las actividades comerciales y turísticas. Sin embargo, hay una infraestructura clave que parece haberse quedado detenida en el tiempo: la terminal de ómnibus.
Ubicada en el corazón de la ciudad, la actual terminal cumple desde hace décadas una función esencial en la conectividad del departamento. Pero hoy, sus instalaciones resultan insuficientes para la demanda diaria. Espacios reducidos, falta de servicios básicos y un entorno urbano congestionado son parte de los problemas que se repiten en las voces de usuarios y transportistas.
Un punto neurálgico que ya no da abasto
La terminal de Florida fue pensada para una ciudad mucho más pequeña. En horas pico, los andenes se llenan, los pasillos se saturan y no hay lugar suficiente para esperar con comodidad. Muchos pasajeros deben permanecer de pie o al aire libre, sin abrigo ni sombra, especialmente en los meses de invierno o verano.
A esto se suma el tránsito vehicular que se genera en los alrededores. Al estar en pleno centro, el ingreso y egreso de ómnibus provoca embotellamientos y complicaciones para peatones y automovilistas. Los comercios cercanos se ven afectados, y los vecinos reclaman desde hace tiempo una reorganización del tránsito en la zona.
“En horas pico esto es un caos. Los ómnibus entran y salen todo el tiempo, y los autos apenas pueden circular. Además, no hay lugar para estacionar ni para esperar tranquilo”, comenta un vecino de la calle Batlle y Ordóñez, donde se ubica el principal acceso.
Carencias que afectan la experiencia del viaje
Si bien el edificio mantiene una estructura limpia y funcional, la falta de servicios complementarios es evidente. No hay una sala de espera climatizada, los baños son escasos y viejos, y las opciones gastronómicas o comerciales son muy limitadas.por decir lo menos.
Tampoco cuenta con espacios adaptados para personas con discapacidad ni con zonas seguras para el ascenso y descenso de pasajeros con equipaje. Las empresas de transporte han señalado en varias oportunidades la necesidad de contar con más andenes y mejor señalización interna.
“Florida merece una terminal moderna, con comodidades acordes a los tiempos actuales”, señaló un empresario del transporte interdepartamental. “El movimiento de pasajeros es cada vez mayor, y estamos trabajando en condiciones que ya no son sostenibles”.
Propuestas y posibles ubicaciones
La idea de una nueva terminal no es nueva. Desde hace más de una década se mencionan posibles traslados hacia zonas más amplias, como las cercanías de la ruta 5 o el acceso norte de la ciudad. Allí podrían construirse instalaciones modernas, con mayor espacio para maniobras, estacionamiento y servicios anexos, como comercios, paradores o centros logísticos.
Una terminal fuera del centro también permitiría reorganizar el tránsito urbano, reducir el ruido y liberar un valioso espacio en el corazón de Florida, que podría destinarse a otros fines comunitarios o culturales.
Sin embargo, el proyecto no ha avanzado por falta de consenso político y presupuestal. Se ha mencionado la posibilidad de concretarlo mediante una inversión público-privada, aunque hasta ahora no se ha presentado una propuesta formal.
Una oportunidad para mirar hacia adelante
Contar con una nueva terminal de ómnibus no solo resolvería un problema de espacio: sería también una apuesta al desarrollo. Florida está llamada a convertirse en un nodo estratégico de movilidad en el centro del país, y su infraestructura de transporte debería estar a la altura de esa visión.
Una terminal moderna, accesible, con servicios adecuados y una ubicación bien planificada podría mejorar la calidad de vida de los floridenses, dinamizar el turismo, atraer inversiones y dar una mejor imagen a quienes llegan por primera vez a la ciudad.
La necesidad está planteada. Solo resta que las autoridades, junto a la sociedad civil y las empresas, impulsen el proyecto con decisión y visión de futuro. Porque una ciudad en crecimiento necesita infraestructura que acompañe su ritmo.
En la Junta Departamental duerme un proyecto de una nueva ubicación para estos efectos
Y el porqué de su demora lo explicó a este reportero. el edil y viejo dirigente blanco el Escribano Jesús Bentancur: El problema se suscita cuando se devela que hay que pagar un canon por el uso de la Terminal. Es decir el propietario del edificio recibiría un canon mensual por el mismo, pero este canon en la actualidad serían más de U$S70.000 por mes. Y esta concesión es por 30 años. Durante ese tiempo el propietario le cobra a las empresas por los locales y las tasa de embarque. Más allá de que el servicio de seguridad, limpieza, baños etc. corre por el propietario la IDF pone los funcionarios de la Torre de control, etc. A algún sector del Partido Nacional, al Frente Amplio y con los Colorados indecisos al respecto la licitación no fue adjudicada.
El Futuro
El futuro de este proyecto concreto es incierto ya que además de cifrar mucho (alrededor de 800.000 dólares por año) la IDF no está en condiciones de pagar, por lo que seguramente la Junta lo vote negativamente lo que acarreará que se llame a una nueva licitación.
Mientras tanto. la gente sigue pidiendo una nueva terminal. porque la que está ahora en calle Herrera dejas mucho que desear y muchos servicios al usuario sin dar.
Todos esperamos un Florida que crezca y mejore en calidad y servicios, porque es lo que la gente merece.
Redacción CAMBIOS

