José Luis Llugain: Una rosa para ti

Hola, Rosana, hoy te traigo esta rosa, la última flor que habré de traerte, pues ya no
vendré más a visitarte.


Tal vez tú digas que la vida sigue y que es lógico que yo dé vuelta la página de nuestra
relación y transite hacia nuevos afectos. Pero en mi caso eso no es así. Tú fuiste el amor
de mi vida y estoy seguro que jamás podré enamorarme de otra mujer. Te confieso que
todavía no sé qué será de mi futuro. Todavía no salgo de este hoyo. Aún está muy fresca
tu presencia en mi alma.


Y pensar que juntos construimos futuros a los que creíamos alcanzar en poco tiempo.
Sin embargo, la vida -o, mejor dicho- tú tenías otros planes, los cuales no me incluían.
Aún no me percato en qué momento comenzó la debacle, qué fue lo que -de mi parte-
haya podido generar el quiebre o ¿acaso todo corrió por tu cuenta y yo nada tuve que
ver con tu decisión de cortar tan abruptamente nuestra relación, sin que mediaran
palabras que explicaran la situación o que, al menos, me permitieran comprenderla?
Es claro que la decisión de cortar fue tuya, tú decidiste emprender otro rumbo, otro
camino que -por cierto- te llevó al despeñadero y acabó con tu vida. Hurgo en nuestro
pasado, también en todo lo que yo sabía (o suponía saber) de ti y no hallo explicación
para ese cambio tan sorpresivo que tomaste.
Pude intentar averiguarlo con algún familiar o conocido tuyo, pero preferí no hacerlo.
¿Para qué? ¿Qué ganaba yo con eso? Además, incluso pensé que quizás ellos podrían
reprocharme una velada intención de mi parte de sentirme la personificación de la
opción -correcta- que tú debiste haber elegido, la que te hubiera significado, entre otras
cosas, seguir con vida. Pero… ¡No! Mi dolor es mío y no quiero compartirlo, y mucho
menos con gente a la que ya no trataré más. Que cada quien cargue con su propio pesar
y que cicatrice tu ausencia a su manera.


Ya me voy. Te prometo que me quedaré solamente con los lindos recuerdos que tengo
de nuestra relación. Los conservaré por siempre. Juro que borraré de mi mente todo lo
que ocurrió contigo luego de nuestra separación.
Prefiero conservarte linda y fresca en mi memoria como esta flor, la última rosa que te
traigo.

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