El especialista en seguridad y asesor del Ministerio del Interior, Emiliano Rojido, aseguró que la tasa de homicidios en Uruguay prácticamente duplica el promedio mundial
. Si bien el país no se encuentra entre los más violentos de América Latina, ha dejado de ocupar el lugar de referencia positiva que mantenía en años anteriores. “Todavía no está entre las peores tasas de la región, pero tampoco entre las mejores como supo estarlo históricamente; estamos a mitad de tabla”, expresó Rojido durante una exposición dirigida a expertos nacionales e internacionales en materia de seguridad pública.
Según los datos presentados, la mayoría de los homicidios registrados en el país se concentran principalmente en Montevideo y Rivera, dos departamentos que, de acuerdo con el asesor, “empujan las cifras hacia arriba” debido a la incidencia del crimen organizado y las disputas entre bandas vinculadas al narcotráfico. Esta situación, sostuvo, demuestra que el fenómeno de la violencia letal tiene un fuerte componente territorial, con zonas más afectadas que otras.
Rojido indicó además que casi dos tercios de los homicidios cometidos en Uruguay se realizan con armas de fuego, lo que revela el acceso y la circulación de armamento en contextos criminales. También subrayó que existe un patrón reiterado entre víctimas y victimarios: “La mayor parte de las víctimas y de los victimarios comparten un perfil. Son hombres, son jóvenes y son pobres”. Este dato, añadió, pone en evidencia la dimensión social del problema y la necesidad de abordarlo con políticas integrales que vayan más allá de la respuesta policial.
El asesor explicó que, según los registros del último trienio, alrededor del 20% de los homicidios ocurridos en el país están vinculados de forma directa o indirecta al tráfico de estupefacientes. En muchos de estos casos, las víctimas son personas involucradas en disputas territoriales o ajustes de cuentas entre bandas.
Por otra parte, Rojido insistió en que, si bien la violencia homicida ha crecido en los últimos años, el país cuenta con herramientas institucionales y capacidades técnicas para revertir esta tendencia. Subrayó la importancia de fortalecer las políticas preventivas, la coordinación interinstitucional y el trabajo de proximidad en los barrios más vulnerables, donde suelen originarse las situaciones de mayor riesgo.
El especialista concluyó que comprender la dinámica de los homicidios —sus causas, territorios y protagonistas— es clave para diseñar estrategias efectivas de seguridad pública. “Los datos no son solo números, son el reflejo de realidades sociales que debemos transformar con políticas sostenidas y con el compromiso de toda la sociedad”, enfatizó.
Fuente Telenoche 4