Hay una estrella brillando Sagrada,
Celestial y Divino crisol, de infinita bondad;
da fervor su rocío,
a virtuosa inocencia y estio, ¡manantial del amor!.
Mistica rosa, posas tu arcoiris,
florentina sonrisa, incienso de algodon.
Ahora llegas con alas ¡oh, Santa!,
Y espigas doradas, ¡tu hijo Redentor!.
Maria, melodia que encantas,
A todo amparo musitas
en llamado de paz, redención.
Mi refugio donde entibian los Salmos
Es cuando abres los brazos,
Como madre de amor.
Me has visto, en caminos descalza creyendo olvidada, cuando pido perdón.
Y me toman, tus manos el rosario
Meciendo en calma, a mi corazón.
Maria amada, es tu dulce fragancia
Que ha bordado tu manto,
con estrellas y un sol.
Desde cielo, Angeles celestiales
te visten de mares con plumas de candor,
y al reino del cielo con trinos, coros celestinos alaban la Creación.
Me muestras en tu pecho pureza y con misericordia habito al resplandor;
Madre Santa crepusculo guia,
mi fe bautizada es gloria que exalta albor a quien soy:
La semilla que en ti es germinada,
cuando le hablas..te canta..
juntando las palmas, con rosas de tu amor.
Con San Cono, de la mano de Dios.