La presidenta de la Sociedad Uruguaya de Pediatría, Mónica Pujadas, ha emitido importantes declaraciones acerca de la púrpura fulminante, una enfermedad que cobró la vida de un niño de cuatro años el pasado sábado en Maldonado. En este artículo, exploraremos las medidas de prevención, los síntomas de esta afección y la situación actual de las vacunas en Uruguay.
Pujadas comenzó diferenciando la meningitis de la enfermedad meningocócica invasiva, que fue la causa detrás de la tragedia en Maldonado. Según la especialista, en Uruguay se registran alrededor de 20 casos de esta enfermedad anualmente, con una tasa de mortalidad del 12%.
La púrpura fulminante, también conocida como meningococcemia, es una complicación de la meningitis causada por la bacteria meningococo. Pujadas explicó que los síntomas de esta enfermedad suelen ser «muy inespecíficos», lo que dificulta la identificación temprana de un niño en estado de shock séptico. Además, la enfermedad puede empeorar rápidamente, en un lapso de tan solo 19 horas.
Para estar alerta a posibles casos de púrpura fulminante, es importante prestar atención a síntomas como fiebre, dolor en brazos y piernas, alteración en la conciencia (confusión), cambios en la coloración de la piel, palidez, sensación de taquicardia, falta de aire y extremidades frías.
La transmisión de esta enfermedad ocurre a través del contacto con secreciones respiratorias. Pujadas señaló que los adolescentes y jóvenes son quienes con más frecuencia pueden ser portadores de la bacteria en la boca y la nariz, incluso sin mostrar síntomas de enfermedad. Esto representa un riesgo, ya que el período de contagio abarca de 72 a 96 horas, hasta cuatro días.
En cuanto a las vacunas, existen algunas disponibles contra ciertos tipos de meningococos. Sin embargo, en Uruguay, estas vacunas no forman parte del esquema de vacunación general. En su lugar, se reservan para personas que se encuentran en grupos de riesgo, como aquellos con sistemas inmunológicos debilitados o que carecen de bazo. También se administran en situaciones de brote para controlar la propagación de la enfermedad.
Es esencial que la sociedad uruguaya esté informada sobre la púrpura fulminante y sus riesgos. La prevención, la detección temprana y la conciencia pública desempeñan un papel fundamental en la lucha contra esta enfermedad potencialmente mortal.