Cuando me desempeñé como abogado en la Dirección Nacional de Propiedad Industrial (DNPI–MIEM), tuve la oportunidad de estudiar la figura de las Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG) en un período en que la institución era dirigida por el Dr. Santiago Martínez. Su gestión se caracterizó por impulsar una mirada académica y de investigación, que alentaba a explorar nuevas herramientas para fortalecer la identidad cultural y productiva del país.
Las ETG no son un formalismo vacío. Son un sistema diseñado para certificar la autenticidad de recetas y métodos tradicionales, protegiendo la diversidad cultural, ofreciendo garantías al consumidor y generando un valor diferencial para los productores que respetan esas prácticas. Un ejemplo claro de su importancia se encuentra en el caso del ceviche. Este plato existe en países como Perú, Ecuador y Panamá, pero cada uno lo prepara con ingredientes y técnicas diferentes. Sin mecanismos de protección, esas variantes pueden confundirse en el mercado internacional, perdiendo su identidad. Gracias a las ETG, Perú ha logrado que su versión del ceviche se reconozca y proyecte como una expresión auténtica de su gastronomía, obteniendo prestigio internacional y protegiendo a la vez a sus productores.
La importancia de utilizar la propiedad intelectual
Este debate muestra el rol decisivo de la propiedad intelectual (PI) en un sentido amplio. No se trata únicamente de marcas o patentes, sino también de proteger saberes colectivos y tradiciones culturales. Aplicada de esta manera, la PI se convierte en un puente entre la tradición y la innovación, garantizando que lo auténtico tenga reconocimiento y ofreciendo a los productores locales una ventaja competitiva en los mercados globales. En Uruguay, las ETG todavía no existen, pero deberían existir. No solo porque permitirían resguardar y proyectar nuestra identidad, sino porque implican abrir un camino de desarrollo cultural, económico y turístico que el país aún tiene pendiente. La incorporación de las Especialidades Tradicionales Garantizadas representa una herramienta concreta para consolidar la autenticidad como valor jurídico y económico, proyectando al país hacia un sistema de propiedad intelectual más integral. No se trata de una opción accesoria, sino de una necesidad estratégica que permitiría al Uruguay insertarse con mayor solidez en los mercados internacionales y al mismo tiempo fortalecer su propia identidad productiva.
Dr. Marcelo Reyes Salomone