En cuanto a la nueva embotelladora, se trata de una máquina de origen italiano con tecnología de punta que tuvo un costo de más de 100 mil dólares. Es una de las pocas máquinas de este tipo existentes en el país que realiza un procedimiento muy meticuloso que permite un envasado rápido y con muchas ventajas para el vino.
En la Escuela Superior de Vitivinicultura, se inauguró una sala de destilado y se presentó la nueva embotelladora de última generación que adquirió recientemente la institución. Estuvieron en la presentación el director general de UTU, Ing. Agr. Juan Pereyra, la subdirectora, Dra. Laura Otamendi, el director del Programa para el Agro, Ing. Agr. Juan Fitipaldo, el director de la escuela, Ing. Agr. Andrés Santana y el presidente de INAVI, enólogo Ricardo Cabrera.
El director de UTU, Juan Pereyra, dijo que esta es una demostración de lo que se hace en conjunto, refiriéndose al acercamiento que tuvo la UTU con Inavi, Inefop, con la Intendencia de Canelones y la Asociación de Enólogos, para mejorar la escuela y que sea “desde el punto de vista educativo, el faro de la vitivinicultura en Uruguay”. Por su parte, el presidente de INAVI, Ricardo Cabrera, recordó durante su alocución que de los últimos siete presidentes del instituto, cinco son enólogos egresados de la Escuela de Vitivinicultura. INAVI y UTU vienen trabajando juntos hace años en el plan de nuevas plantaciones, desarrollo del viñedo, entre otros, por lo cual, dijo: “no queda más que ser agradecidos en la vida y, sobre todo, a esta casa madre” que fue una idea del Ing. Luis Fernández.
Los presentes concurrieron a la sala de destilado para realizar su inauguración. Se trata de un proyecto para volver a producir grapa con los orujos de las uvas. La sala, que está ambientada para ese propósito, cuenta con un alambique con capacidad para 100 litros de sustancia. Se realizó un recorrido por los viñedos, por la sede de la Asociación de Enólogos y la sala de degustación.
Luego se presentó la embotelladora, una máquina de origen italiano con tecnología de punta que tuvo un costo de más de 100 mil dólares. Es una de las pocas máquinas de este tipo existentes en el país que realiza un procedimiento muy meticuloso que permite un envasado rápido, perfecto y con muchas ventajas para el vino: enjuaga la botella, absorbe el aire y le inyecta nitrógeno, envasa, estandariza el volumen del vino, le inyecta nitrógeno nuevamente y finalmente tapa, tanto con corcho como con tapa de rosca.
Según contaron, cuenta con muchas ventajas para el vino, entre ellas, una adecuada limpieza de las botellas ya que quedan envasadas con gas inerte permitiendo una mejor conservación.