En el marco de la fecha internacional, el jerarca destacó la importancia de fortalecer los vínculos comunitarios y el enfoque social en las políticas de salud mental.
Redacción CAMBIOS
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora cada 10 de octubre, el ministro de Desarrollo Social, Gonzalo Civila, visitó el Centro “Ni Silencio Ni Tabú” ubicado en el predio del Hipódromo Irineo Leguisamo de Florida. El encuentro se realizó en el marco de un seminario sobre salud mental que reunió a referentes, técnicos y jóvenes participantes del programa.
Durante su visita, Civila expresó la relevancia de continuar desarrollando este tipo de políticas con enfoque comunitario. Valoró especialmente el trabajo del programa “Ni Silencio Ni Tabú”, impulsado desde administraciones anteriores, y confirmó que el actual gobierno decidió ampliarlo a otros departamentos del país.
El ministro señaló que Uruguay, al igual que muchos otros países, atraviesa una crisis profunda en materia de salud mental, lo que requiere respuestas coordinadas entre diferentes instituciones del Estado. Destacó que el abordaje no debe limitarse al plano sanitario, sino incluir una mirada social y comunitaria.
Explicó que el Ministerio de Desarrollo Social y el Instituto Nacional de la Juventud (INJU) están comprometidos en generar espacios de encuentro y contención que promuevan el bienestar emocional y el fortalecimiento de las redes humanas. “El aporte que puede hacer el Ministerio de Desarrollo Social al tema de salud mental es tratar de fortalecer las comunidades, los espacios de encuentro entre las personas, los lugares donde se pueda compartir lo que nos está pasando”, expresó Civila.
El jerarca destacó la función del centro floridense como un espacio donde adolescentes y jóvenes pueden compartir experiencias, expresar emociones y atravesar juntos momentos difíciles. “Acá vienen gurises y gurisas que pueden compartir también lo que están viviendo, momentos a veces difíciles, momentos de los buenos también, poder encontrarse con otros y eso ayuda mucho a mejorar las condiciones de salud mental”, agregó.
Civila hizo referencia a los altos índices de suicidio en Uruguay, especialmente entre los jóvenes, y subrayó que los problemas de salud mental no son individuales, sino que deben abordarse como un fenómeno social. “La sociedad en la que vivimos, con lógicas competitivas, de segregación y de mucha desigualdad, genera problemas de salud mental muy grandes para las personas. No son problemas individuales solamente, son problemas colectivos y si nos hacemos cargo como comunidad, vamos a estar generando condiciones para mejorar el estándar de vida de las personas”, sostuvo.
El ministro también se refirió a la importancia de los espacios de diálogo para los varones jóvenes, quienes, según los datos, presentan mayores índices de suicidio. Mencionó que muchas veces se ven atravesados por mandatos culturales que les impiden compartir emociones o mostrar vulnerabilidad, lo que dificulta la búsqueda de ayuda.
En su reflexión final, Civila remarcó el rol de las familias y las comunidades como ámbitos fundamentales de contención. Reconoció que no todos los hogares cumplen ese papel y que por eso es clave que existan otros espacios de apoyo social. “Las familias son muy importantes, pero la comunidad también lo es. Espacios donde uno pueda sentirse aceptado y expresar lo que le pasa sin ser juzgado son esenciales para transformar la vida de las personas”, indicó.
El ministro valoró además la realización del primer seminario de salud mental en el marco del programa “Ni Silencio Ni Tabú”, destacando su importancia como espacio de aprendizaje colectivo. “Es muy importante lo que hacemos, pero también aprender de lo que hacemos, entre otras cosas para mejorar las políticas”, concluyó.


