109 años de grandeza

Nada mejor para un club que ha hecho del sacrificio diario, de acometer contra los desafíos deportivos y sociales a los que se ha enfrentado y derrotado a pesar de que pudieran llegar con el rótulo de imposibles, que festejar un nuevo aniversario con actividades innovadoras y pujantes. Aquel Nacional al que todo siempre pareció costarle el doble, porque desde su nacimiento debió competir con un Peñarol con rótulo de ganar todo lo que se propusiera en la génesis del fútbol lugareño, o con un Atlético Florida digno heredero del poderoso Alumni y más tarde con un España de linaje combativo y ganador, esta tarde se apresta a poner en marcha, conjuntamente con los festejos de un nuevo aniversario una empresa de proporciones deportivas y sociales inéditas en nuestro medio como la Florida Cup, que pondrá a competir por el término de tres días al más del millar largo de jugadore@s del Fútbol Infantil del departamento en un montón de canchas generadas a esfuerzo e ingenio en su complejo deportivo. Con la misma decisión y rebeldía con la que varias generaciones tricolores se bancaron casi un siglo de no ganar una temporada del fútbol oficial floridense. Demasiado tiempo si su gente se hubiese limitado a vegetar y a lamentarse, pero esos fueron verbos que nunca quiso conjugar su gente. Y a la espera de las glorias deportivas la institución se fue consolidando en lo social y en la infraestructura, con su sede social propia y escenarios que se fueron multiplicando y mejorando, capaces de desafiar y emerger con más decisión de cada crecida del Santa Lucía. Su escenario principal se fue constituyendo por décadas en la mejor alternativa para el Campeones Olímpicos, y un día un grupo de elegidos cayó en la cuenta de que es difícil crecer definitivamente sin el cimiento que logran promover los niños, los jóvenes y núcleos familiares consustanciados, así en el fútbol como en la vida y se puso en marcha el Fútbol Infantil tricolor, una siembra que daría sus frutos mucho más temprano que tarde, porque al final fue fugaz el lapso hasta la cosecha de este nuevo emprendimiento para un club que había esperado sin resignación y con rebeldía aquellos títulos que llegarían de la mano de la gente que confío en el fútbol de los más pequeños para obtener en un futuro cercano grandes realizaciones deportivas. Y mucho tuvo que ver el viejo «Baby Fútbol» (lo que nos recontra enorgullece) en esta realidad de un club pujante en todos.los aspectos, donde también a las niñas, adolescentes y damas se les ha otorgado el sitio que se merecen en el deporte. Nada mejor que comenzar una competencia como la Florida Cup para honrar a los que pusieron una piedra fundacional tricolor, 109 nueve años atrás

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