¿Cuál será el futuro del fútbol del interior? La industria del fútbol a punto de desaparecer. El 2020 fue el año que el una nueva enfermedad contagiosa causada por el virus SARS-CoV-2 frenó a gran parte del mundo, causando pánico en la población que a influjo de los grandes medios, a quien se le condenó a reclusiones voluntarias en muchos casos. Nos referiremos exclusivamente al fútbol del interior, el que en cada pueblo se jugaba el fin de semana y también el que en esta época se preparaba para iniciar una nueva disputa de los campeonatos que otrora organizaban las confederaciones. Este deporte que aglomera -según OFI- 18 departamentos, con casi 600 clubes afiliados a través de 61 Ligas, agrupadas en cuatro Confederaciones, nucleando a más de 100.000 jugadores fichados, de los cuáles aproximadamente unos 30.000 son jóvenes menores de 18 años. En el 2020 culminó la atípica temporada en Rivera, Zona Oeste y Treinta y Tres. En Flores se proclamaron campeones cuando se suspendió la actividad por parte del Gobierno, en Durazno, Florida y Fray Bentos no finalizó. Si hablamos que OFI cuenta con 61 ligas teniendo fútbol en 1era división solo en 6, nos queda que por una simple resta, quedaron 55 (cincuenta y cinco) ligas sin competencia. Las instituciones han tenido que enfrentar los costos fijos de funcionamiento sin ingresos. En esos costos fijos hablamos del suministro de agua, fluido eléctrico, aportes al BPS, tributos municipales cuando corresponda, mantenimientos de sedes, complejos deportivos, cuotas de ligas, federaciones, confederaciones y OFI. Todo eso sin jugar como fue la casi totalidad del interior. Si hablamos que OFI cuenta con 61 ligas teniendo fútbol en 1era división solo en 6, nos queda que por una simple resta, quedaron 55 (cincuenta y cinco) ligas sin competencia El «enemigo invisible» denominado Coronavirus trajo a pique expectativas, sueños, anhelos, perspectivas de crecimiento en un deporte de contacto que es practicado al aire libre, al que se le ha estigmatizado como causante de los brotes registrados en los lugares donde se jugó. Las instituciones han tenido que enfrentar los costos fijos de funcionamiento sin ingresos Hay algo que no coincide, ya que -según los comunicados diarios del MSP- por lo menos en Durazno y Florida, el aumento superlativo se dio después de clausuradas las canchas a cal y canto, luego de que los futboleros fuéramos demonizados e incinerados en la plaza pública obligando por ejemplo a las chicas de Nacional de Florida a jugar una final del interior en un departamento que tenía 100 veces mas casos que los que se contabilizaban en éste. Según un informe realizado por la empresa Euromericas Sport Marketing, que releva con un análisis exhaustivo, lo que se viene en la industria del deporte. La industria deportiva genera el 2.90% del empleo en la Unión Europea y cerca del 2.9% de su PIB, tras el periodo de la Covid-19. Las pérdidas económicas para este 2021, en la actual situación mundial, es desalentadora en las cifras proyectadas. La caída neta económica es alarmante, ya que podría acercarnos a niveles de facturación por debajo del 35% de los números del alicaído 2020. Dicho porcentaje crece hasta triplicarse en el continente americano aunque no comprenda el fútbol del interior uruguayo. Los espacios deportivos, son uno de los daños colaterales provocados por la situación de la Covid-19 y afecta directamente a los estadios, pabellones, piscinas, circuitos, campos y canchas. Nos espera un 2021 con la presencia de cientos de protocolos para llegar al momento de poder asistir a un evento deportivo en un estadio, siempre con aforo limitado y distancia social que es disímil a otros elementos que mueven la economía. Siendo solo un paliativo pobre y por carencia de creatividad de escaso alcance real. Según escribe Gerardo Molina en Mundiario, la innovación es más necesaria que nunca antes, se deberá impulsar, sin duda, un nuevo y universal modelo de negocio para las properties (clubes, federaciones, ligas, competiciones eventos), profundizando por un lado en las fuentes de ingresos y de valor añadido empresarial y, al mismo tiempo, diversificando el riesgo, sin descuidar una mayor racionalización en la estructura de costos operativos cada vez mas altos. Los espacios deportivos, son uno de los daños colaterales provocados por la situación de la Covid-19 y afecta directamente a los estadios, pabellones, piscinas, circuitos, campos y canchas Debemos comprender que el fútbol se vive de forma intensa en la gran mayoría de momentos de la vida, al igual que otros deportes menos populares, pero que también movilizan masas. Es prioridad entender el diseñar nuevos modos de patrocinio, ya no solo al referirnos al fan/aficionado (al aficionado acérrimo, el de toda la vida), sino que será preciso profundizar en el casual fan, el que también está interesado en una experiencia y no como conclusión de una actividad y un resultado puramente deportivo. En definitiva, el escenario post Covid-19 presentará, sin duda, cambios y transformaciones, algunas de ellas aceleradas por la continuación de la situación actual. La economía en la industria deportiva, hasta el momento, será dañada aún más que en los niveles del 2020. No obstante, el interés de la población por el futbol, no cambiará pero sí se están vislumbrando amenazas en los cambios de hábito de los futuros jugadores, espectadores. Sin un panorama claro, los niños, jóvenes y adultos de de ambos sexos, se sienten relegados, sin expectativas de continuidad alguna. El ámbito deportivo, donde el ejemplo de que el deporte es salud, ha caído en saco roto, sin motivación, ni plazos a la vista para motivar a la cadena humana que busca salvarse del confinamiento al que es sometida.( Futbolflorida).