Ruben Flores: Retrotopía: Mirar el futuro con el espejo retrovisor del pasado.Ruben Flores:

Las doce y diez y otra noche casi sin poder dormir.
Sé que no volveré a conciliar el sueño. Menos con este dolor de cabeza y del costado. Voy a tomar un calmante.
Veré qué amigos están en línea.
Julia me dijo ayer que no se sentía muy bien de su artritis. Teresa está más o menos de sus nanas. Le preocupa su corazón. No las conozco personalmente, pero nos hemos hecho buenas amigas en la red. ¡Tres muchachitas con algo más de setenta cada una!
Ellas me han mostrado fotografías de cuando eran jóvenes. Eran muy bellas las dos. Les mostré algunas mías y dicen que me vieron muy linda.
¡Qué tiempos! Minifaldas, zapatos altos de taco fino, bien peinada y arreglada … ¡Ah! En la Escuela de Periodismo tuve algún novio, pero cuando me recibí ya todos ellos se hicieron pasado.
Me casé con Gustavo. Se fue al cielo demasiado pronto, y todavía lo extraño.
Por suerte me he hecho de cientos de amigos en la red y eso me ayuda muchísimo.
Bueno, mejor me levanto y me preparo un té.
Ahora a la computadora para navegar.
Voy a buscar mi caja con las fotos. A ver … a ver … Esta del cambio de perfil, no. Me la saqué ayer y ya la compartí … Y esta es del mes pasado y también la vieron, y esta, en el jardín me la saqué el año pasado y logré muchos “Me gusta”.
Esta, paseando en el parque, tiene como cinco años y también les gustó mucho.
Mmmm … y esta paseando por París tiene como quince años y yo todavía me veía bastante bien. No faltó algún atrevido que me hiciera proposiciones indecentes.
¡Qué tiempos!
Ya son las siete de la mañana.
No creo que pueda, pero trataré de dormir un ratito siquiera.
Las ocho y media y apenas pegué los ojos.
Caminando despacito, voy a ir al supermercado y a la farmacia, porque esta puntada en el costado me está doliendo mucho ya. El médico dice que no es nada, pero yo no le creo demasiado.
Tuve que tomar un taxi para volver, pero estoy en casa.
Pan tostado con miel, como me mandó el médico, huevos estrellados y té con leche para el desayuno.
Ya habrá muchos más amigos en la red para compartir.
¡Mis nietos!
Esta fotografía de mi hijo con mi futura nuera, habrá de gustar y merecerá muchos “Me gusta”. Y esta de mi nieto recién venido al mundo va a merecer muchos “Me gusta” y varios corazoncitos.
Lo veo muy poquito porque se mudaron todos a otra ciudad. Pero a veces hablo por teléfono con ellos. Es un amor. Y tiene que alcanzarme. Todo el mundo está ocupado.
¡Maldito este dolor en el costado! Voy a tomar un analgésico fuerte para ver si se me pasa. Me recostaré un rato, tal vez me haga bien.
Pero antes voy a compartir la fotografía de mi hijo en el día de su boda. Ahora tiene cuarenta y cuatro. Y yo me veo muy orgullosa y muy bien.
¡Qué tiempos!
El calmante me hizo dormir demasiado. Ya son las tres de la tarde. El cielo se ha puesto muy gris y ahora hay mucho viento. Se avecina una tormenta.
Por suerte el viaje al que me invitó Teresa es virtual. No sé cómo será, pero debo ir. Saldremos a las doce menos diez de esta noche.
Y me sigue doliendo el costado.
Voy a recostarme un ratito en el sillón.
Las once ya.
Antes de dejar la red, voy a compartir esta fotografía de cuando yo era recién nacida, y el cura me estaba bautizando. Decían mis padres que yo lloraba mucho por el agua bendita. Pero es normal en los bebés. La foto está muy descolorida por los años. Pero se ve bastante bien.
¡Qué tormenta espantosa! Lluvia, truenos, relámpagos y viento huracanado.
¡Maldito dolor! Intentaré descansar, aunque sea veinte minutos.
Doce menos diez, hora de viajar.
¡Qué tren extraño! Larguísimo y todo pintado de negro. No puedo ver ni la locomotora ni el último vagón. Afortunadamente mi asiento tiene ventanilla.
Qué marcha más silenciosa, ni un ruido se siente.
Doce menos cinco, y afuera solamente se han visto montes de cipreses y pantanos. ¡Horrible paisaje!
¡Maldición! … ¡Este dolor!
Me está dando mucho sueño, pero ya no siento casi dolor.
¡Ah!… ¡Qué tranquilidad! Siento que me duermo. Pero, ¿por qué acuden a mí mis seres queridos? No sé…
Este extraño sueño me lleva … No siento dolor … ¡Aaaah!…

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