INAU proyecta modificar modelo de internación por sistema comunitario y familiar

“El estado de los centros del INAU es positivo, la escolarización es alta, los controles médicos periódicos son satisfactorios, así como la capacitación de trabajadores del sistema de protección de 24 horas”, evaluó el presidente del organismo, Pablo Abdala, en la presentación de un estudio. Más de 4.600 personas fueron atendidas por el sistema, que debe transitar del modelo de internación al comunitario y familiar, consideró.

Los datos del Estudio de población y de capacidad de respuesta en el sistema de protección de 24 horas del Instituto Nacional del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) fueron presentados en la mañana de este jueves 25 en la sede de la institución.

El informe detalla que un 14% de los niños atendidos por el sistema corresponde al grupo etario de hasta 5 años, un 29% al de entre 6 y 12, un 39% al de entre 13 y 17, un 6% al de 18 años o más sin discapacidad y un 11% al de 18 años o más con discapacidad. El promedio total de edad es de 14,3 años. 

El 52% de las personas atendidas está en Montevideo, un 18% en el litoral oeste, un 12% en el centro-sur, un 9% en el este del país, un 5% en el norte y un 4% en el departamento de Canelones. La modalidad de atención de gestión por convenio representa el 53% y la gestión directa un 47%.

Entre las principales razones de institucionalización, un 49% corresponde a situaciones de abuso o violencia, un 19% a consumo problemático de drogas y alcohol de la persona referente del cuidado, un 18% a dificultades económicas de la familia, un 16% a abandono y un 15% a discapacidad. 

Abdala informó que, hasta el momento del relevamiento, 4.665 personas fueron atendidas por el sistema de protección de 24 horas. “La línea estratégica del directorio tiene que ver con el cambio de modelo en el que estamos embarcados, tanto el sistema político como el INAU. Hay consenso en que el país debe transitar de un modelo actual, basado en la internación, a uno que se sustente en una base de carácter comunitaria y familiar”, señaló, acompañado por la representante de Unicef, Luz Ángela Melo.

El jerarca evaluó de forma positiva el estado de los centros, en los que se observan niveles de escolarización altos, controles médicos periódicos satisfactorios y alto grado de capacitación de los trabajadores en atención directa, señaló. Sin embargo, advirtió, existen debilidades en determinados puntos, en los cuales el directorio trabaja para mejorar.

En la actualidad, más de la tercera parte del universo atendido en el sistema se encuentra en alguna modalidad de contexto familiar y el 60% de la población cuenta con una estrategia o plan para su egreso del centro. Abdala señaló que los mecanismos de egreso vinculados a la adopción están descendiendo, lo que se explica por la importancia de las estrategias de revinculación familiar.

“Los indicadores de cobertura educativa muestran una fortaleza importante en la incorporación temprana al sistema educativo de los menores de 3 años. Por otra parte, se observa un mayor nivel de desvinculación del sistema en los adolescentes en comparación con el resto de la población. En relación con la salud, se observa que existe seguimiento y preocupación de los centros en la atención médica”,

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