A un año de la muerte de Saraí Arbelo y Lucía Borges

A un año de la muerte de Saraí Arbelo y Lucía Borges en un accidente ocurrido en la madrugada del sábado 29 de febrero en el Prado de Florida, familiares y amigos realizaron el pasado domingo 28 de febrero una multitudinaria marcha que partió desde el lugar del siniestro y terminó frente el Juzgado Penal de la calle Rivera. Reclaman mayor celeridad a la justicia para que se pronuncie definitivamente en cuanto a le pena que se le debe atribuir hacia el conductor del auto que las atropelló cuando ellas transitaban en un ciclomotor, de acuerdo a las pericias realizadas el joven estaba bajo los efectos del alcohol y cannabis, hoy espera el juicio en prisión preventiva domiciliaria. Al finalizar la marcha se leyeron proclamas en referencia al hecho y sus consecuencias. «Soy Agustin Borges prima de Lucía», comenzó diciendo la joven frente al Juzgado para continuar con el mensaje que se pretendía transmitir, «hoy quiero hablarles de la noche del 29 de febrero, una noche en la cual fui testigo de como una persona alcoholizada y drogada se arrebataba la vida de dos pibas, las cuales tenían un futuro por delante y estaban llenas de metas y sueños por cumplir. Muchos de nosotros estamos acá porque esta historia nos ha conmovido, nos ha tocado en lo más profundo de nuestro corazón, nos ha dado rabia, decepción y muchas veces angustia, yo por lo menos muchas veces me siento así», dijo y continuó, «pero la verdad que esta no es nuestra realidad , no es la realidad de todos los que estamos acá. Nosotros solamente estamos acompañando en una lucha que parece no tener fin, y quedar desprotegida en el tiempo, pero la realidad es que cuando llegamos a nuestras casas sí tenemos a nuestros hermanos, primos, tíos y abuelos a los cuales podemos seguir abrazando, podemos mirarlos y decirles cuanto los queremos, nosotros sí podemos seguir haciéndolo», reflexionó y se refirió específicamente a los hechos de la noche fatal, «la noche del 29 de febrero una madre se quedó sin el abrazo de su hija, también un papá, un abuelo, un tío y un hermano, sólo ellos son capaces de luchar con mucha fuerza a pesar de este dolor que ni el tiempo va a poder sanar del todo. Un dolor que los persigue y no los deja pensar, solo ellos saben el significado que alguien te arrebate un pedazo de tu vida y siga impune como si nada, esa noche no solo se apagaron los sueños de Lucía y Saraí, se apagaron los sueños de sus amigos y familiares, se apagaron también sonrisas, abrazos, cumpleaños, navidades y años nuevos, sabemos que la muerte es algo que no tiene solución, sólo hay que aprender a vivir con ella y por eso estamos acá, queremos que se haga justicia porque nadie está libre de que esto lo pueda pasar, y porque en la vida hay que hacerse responsable de nuestros actos, hoy pedimos justicia por esa joven estudiante de Química que tantos sueños le quedaron por cumplir, también pido por esa joven que soñaba ser maestra, hoy pido por Lucía y Saraí, esta lucha es de todos, Justicia¡» exclamó al final de lo que todos se hicieron eco. Fredy Borges tío de Lucía, hizo un dramático relato de la noche del accidente y de las condiciones en que el joven conducía el auto exigiendo respuesta por parte del Poder Judicial y rechazando que el joven permanezca aún en su domicilio esperando por el Juicio, «existe un grupo de riesgo en la sociedad que provoca accidentes de tránsito no fortuitos, y es por haber consumido drogas, estar bajo los efectos del alcohol, no prestar la atención debida en la conducción, o no circular a la velocidad adecuada, y es entonces cuando están convirtiendo un accidente en un atentado contra la sociedad». Aseveró citando a un artículo de prensa que rescató de la web, «en este caso el homicida se llevó todos los premios, porque cumplió con todos estos requisitos y aún más, porque todos sabemos y hay una cámara que lo muestra y los testigos lo han dicho, el Prado a esa hora estaba lleno de gente, habían chicos de uno y otro lado de la calle, otra cosa también es la velocidad, este señor más que conocía el Prado como lo conocemos todos, hay un cartel que dice, porque es un lugar de paseo, que la velocidad máxima son 10 km por hora, este señor la multiplicó por ocho, lo dicen las pericias de la policía, la cámara y los testigos», señaló y continuó hablando de todos los detalles y pruebas que determinan la responsabilidad del conductor del auto. Ahora se espera el pronunciamiento de la Suprema Corte de Justicia ante un recurso de Inconstitucionalidad presentado por los abogados defensores del conductor del auto.

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