Se publico una severa carta de los importadores de fuegos artificiales hacia las autoridades de opinión publica:
«SEÑORES INTENDENTES, EDILES, ALCALDES, CONSEJALES Y OPINION PUBLICA. Con asombro estamos presenciando un importante número de resoluciones y juicios de valor acerca de los fuegos artificiales que están reñidas tanto con la verdad como con las tradiciones y leyes nacionales. Los fuegos artificiales que se venden en Uruguay, son legalmente importados, con autorización del Ministerio de Defensa, pagan todos los impuestos y son sometidos a una profunda inspección del S.M.A. (Servicio de Material y Armamento del Ejercito), organismo que da la autorización pertinente para que salgan a la venta al mercado. Los artículos que se autorizan, son de venta libre en todo el territorio nacional y son los únicos que se venden. O sea que por ley una vez importados y autorizados están habilitados a la venta en cada rincón de la Republica Oriental del Uruguay. Cuando se habla de fuegos de estruendo, es obvio que se desconoce que una cantidad importante de los productos no lo son. Chaskys, abejitas, bengalas, candelas, perlas, cometas, volcanes, fuentes, baterías petfrendly, etc. Si se asesoraran un poco, como sería la obligación de cualquier autoridad, tendrían que hablar de cantidad de decibeles y no de estruendo. Si se asesoraran con los técnicos especializados en el tema sabrían que los productos que se venden en el Uruguay son muy seguros con un standard de calidad alto, respetando las instrucciones no tienen ningun riesgo para su uso. En 2018 y 2019 no hubo ningún accidente grave y con asombro vemos que representantes de la ciudadanía muchas veces manifiesta otras cosas. Los fuegos artificiales es una tradición de mas de 70 años de todos los uruguayos para festejar la navidad y el año nuevo. Sus colores y formas son sinónimo de alegría y festejo. Son 20 minutos dos dias al año que todos los uruguayos sin importar clases sociales e ideas políticas, tenemos la tradición de festejar, por eso tenemos la frase en los shows profesionales que es una de las pocas cosas que “No tienen Tribuna América ni Talud”. Prohibir algo que cumple con todas las leyes y disposiciones del Uruguay conlleva a contradicciones legales que pueden llegar a generar importantes perjuicios para la administración. Prohibir los permisos que han venido otorgando durante décadas las intendencias para vender en puestos callejeros es atentar contra el trabajo de miles de uruguayos que defienden sus ingresos con esta actividad sobretodo en esta época del año. En particular este año de Pandemia tanto Gobierno como Oposición tienen como norte el llevar adelante una lucha frontal para superar la crisis y no cerrar fuentes de trabajo, por lo que la medida mencionada no parece racional ni justa, prohibir a gente necesitada, que trabaja en la legalidad, con productos legales obviamente no es el camino en estos tiempos. Uruguay se caracteriza y es un diferendo con muchos otros países en tener marcos jurídicos fuertes y seguros que de sobremanera velan por la libertad de trabajo, en Uruguay el concepto principal del ámbito legislativo es regular no prohibir. No se prohíbe la venta de cigarrillos, el alcohol, la marihuana, las motos, la comida chatarra, los psicofármacos por el contrario se regula su comercialización, y ese ha sido el camino de absolutamente todos los partidos políticos y todos los presidentes, en un país como el nuestro con democracia plena se puede informar, concientizar al ciudadano pero nunca sono bien la palabra PROHIBIR, Un claro ejemplo fueron las medidas que se tomaron con consenso de todos los partidos cuando llego el Coronavirus, Concientizar y aconsejar SI, prohibir no es parte de nuestra historia. Los fuegos artificiales ya estan regulados y si se quisiera mejorar dicha legislación, habria que hacerlo en forma adecuada . Escuchando a todas las partes involucradas, con fundamentos, técnicos, científicos, de experticia válidos a la hora de legislar. Cambiar las reglas del juego en esta época de zafra, sin previo aviso nos soló es una práctica contraria a las tradiciones nacionales sino que irroga graves perjuicios a aquellos que confiando en la seguridad jurídica de décadas de comercialización legalmente aprobada han realizado los stocks necesarios. Atento a lo establecido por el Gobierno Nacional y en protección a la salud de la población conforme los protocolos determinados en época de pandemia, sería de suma importancia la autorización de la venta en espacios abiertos, como lo solicita la máxima magistratura de nuestro país asesorado por científicos, algunas alcaldías están prohibiendo su comercialización en espacios públicos obligando a hacerlo en espacios cerrados medida totalmente contraria a lo que solicita el gobierno nacional en este momento tan delicado. Los productos se compran en Brasil y China en febrero y marzo, previo permiso de importación del Ministerio de Defensa. Se reciben entre julio y noviembre, pagando recargos, iva, anticipo de iva, anticipo de irae y se comercializan en diciembre, potenciándose su venta en la segunda quincena. Cambiar en este momento las reglas de juego, es poner en riesgo el capital de seguridad jurídica que nos diferencia en el contexto internacional. Los importadores de fuegos artificiales, los comercios mayoristas, los vendedores ambulantes, los consumidores apelan al buen sentido de las autoridades, prohibir no es el camino. Exhortamos a que todas las comunas o municipios que han tomado este tipo de medidas drásticas y en el mes de las fiestas en un año de Pandemia las reviertan de forma inmediata ya que lo que se ha hecho va en contra de nuestra Constitución. También felicitamos a las comunas que han procedido coherentemente con sentido común que solicitaron asesoramiento y después tomaron las medidas acordes. A que apuntamos: “Regular y concientizar es el camino, no Prohibir”, pero todo cambio necesita de un proceso gradual estamos totalmente de acuerdo a ir potenciando los efectos de luces al de estruendo e ir acostumbrando a la población a usar mas efectos lumínicos con estruendo moderado y tolerable. Se han logrado muchos avances en el rubro, han disminuido notoriamente los accidentes y estamos desarrollando productos con mas luces y menos ruido a pesar de su mayor costo. Concientizar a la población no es algo para hacer de un dia para el otro sino un camino en el cual debemos valorar y disfrutar el proceso. CREEMOS Y SOLICITAMOS NO PROHIBIR, SINO REGLAMENTAR Y QUE SE NOS PERMITA SER PARTE DEL PROYECTO. Para eso junto a las autoridades, técnicos del Departamento de Bomberos, del SMA, médicos y asociaciones civiles nos comprometemos y solicitamos formar un grupo de trabajo para regular y legislar contemplando todos los intereses y los derechos estatuido en la Constitución de la República»