“Cómo ayudar con remedios caseros los problemas que tienen los “bichos“

“Grasa blanca de peludo gordo, con una pasada de sapo y se tira el escuerzo”.

Si estimado, como lo lee.
No se si eso podrá o puede servir o no, pero estoy pensando en opciones, algo distinto, para ver si puedo ayudar a las autoridades a solucionar el problema del IAVA.
No se, yo voy a tirar ideas, a lo mejor tenemos suerte.
Quien le diga que sean efectivo algo de los “santiguados antiguos” criollos.
Hay uno que se que se usa con un cuchillo, con el filo hacia arriba.
Se le hace una cruz de la frente al hocico diciendo: «Animal de Dios, yo te santiguo en el nombre de la Santísima Trinidad.
En otra versión, en vez de cuchillo se usa la espuela del jinete, sobre el hocico.
Doña María, en mi pueblo, cuando las madres le llevaban niños que podría sufrir “maldeojo”, tiraba un puñado de azúcar a un brasero encendido, si no se caramelizaba o no largaba olor, estaba clavado que sin duda el niño estaba “salado” u “ojeado”.
“Tirarles del cuerito”, para curarles el empacho, no se puede, porque van a salir con eso de los derechos humanos y te van a denunciar por violencia doméstica y de acuerdo a como se perciban, violencia de género.
Así que esa no va.
Los que hemos tenido perros y sospechamos que el bichito está envenenado, lo primero que se hacía, en el campo, lejos de veterinarios, era provocarle el vómito con agua y sal, usando una jeringa en el hocico del animal y después clara de huevo, para aliviar efectos.
Si esta abichado, vinagre blanco en la herida y para los gusanos, miel, romero y ajo.
En caso de picaduras untarlos con tocino y dejarlo puesto si es que tiene picadura, podría ser otra opción para quitar lo “agusanado”.
No se, me acuerdo que allá por los años 70, en el Cerro, hubo un general que curó una bichera a palo santo.
Creo que era bancarios con rabia
Capaz que repetir esta última curación, podría ayudar.
A padres e hijos.
Y que de paso, para que sea más efectivo, se encomienden a algún santito criollo, persignándose tres veces con algún Ave María.
No sé, son aportes, si usted tiene alguna receta para ayudar al pobre “Director de convivencia” y a la gente de ANEP, exprésela o hágasela llegar al Ministerio.

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