En las primeras vísperas de Pentecostés, cinco hermanos recibieron el don del Espíritu Santo para confirmar su fe cristiana y testimonio en el mundo. Luego de la preparación con su catequista y presentados por el Párroco de la Catedral, P. César, el Obispo Martín oró por ellos, impuso sus manos y los ungió con el Santo Crisma.
Confirmaciones en Pentecostés
