En las últimas horas en el Juzgado Letrado de Primera Instancia de Florida de Cuarto Turno, con la intervención de la Señora Fiscal Letrado Departamental de Florida de 2° Turno, Dra. Alicia Gómez, las Fiscales Adscriptas Dras. Cecilia Peluso y Magela Urse y las Dras. Natalia Altez y Verónica Amaya de la Unidad de Litigación de la Fiscalía, de la Defensa del imputado, Dra. Adriana Candussi (Defensora de particular confianza) y de la Defensa de los representantes de la víctima, Dra. Claudia Martínez (Defensora de particular confianza), se dictó la sentencia para quien le dio muerte a Amparo Fernández. El pedido la Señora Fiscal Letrado Departamental de Florida de 2° Turno, Dra. Alicia Gómez, las Fiscales Adscriptas Dras. Cecilia Peluso y Magela Urse fue por homicidio muy especialmente agravado por femicidio, y solicitaban la pena de 30 años de prisión. Como ya se ha informado en reiteradas oportunidades, el día sábado 29 de junio de 2019, pasada la hora 21, luego de una discusión el imputado Luis Alberto D. V, le dio muerte a la víctima Amparo Isabel Fernández Cairo, cuando se dirigían hacia la ciudad de Sarandí Grande, por camino Prandi, desplazándose en la camioneta marca Fiat Strada, haciendo desaparecer su cuerpo, a fin de borrar toda evidencia. El día viernes 28 de junio, Amparo vino desde Paysandú, donde vivía con sus tres menores hijos, se bajó del ómnibus pasadas las 19:00 horas en Sarandí Grande frente al Parador «Sagra», el imputado la estaba esperando en su camioneta (la que había adquirido ese mismo día), subió a la misma y fueron a visitar a un vecino del lugar donde cenaron, jugaron a las cartas, para luego regresar a la estancia, ubicada en la Ruta Nº 42, Camino Prandi. Del informe analizado del Histórico de Datos Móviles, se constató que el abonado registró actividad fue hasta la hora 22:12:47 del día 29/06/ 2019, observando el CELL ID de las antenas al que se conecta dicho aparato móvil para recibir conexión a internet a través de la herramienta GISWEB siendo este un software donde se georeferencia cada antena de telefonía móvil en nuestro país, obteniéndose así que el móvil al que le corresponde el abonado, es decir el de la víctima, que se encontraba con la cobertura de las antenas marcadas en la imagen que señala la mitad del recorrido entre Polanco del Yi (donde se ubica la estancia donde vive el imputado) por Ruta 42, donde circulaba la víctima y Sarandí Grande. Durante el domingo, el celular de Amparo no registró ninguna comunicación ni con familiares, ni con amigos, teniendo en cuenta especialmente que tiene tres hijos menores de edad, no mantuvo comunicación alguna con ellos y que tenía marcado su regreso a las 15:15 horas del día domingo, como lo manifestaron las amigas. El lunes 1 de julio, el padre de la víctima, Sr. Jorge Miguel Fernández al advertir que su hija Amparo no regresó a Paysandú, como estaba previsto, se presentó pasadas las 20 horas en la seccional policial de aquél Departamento. Manifestó que su hija salió de allí el día viernes de tarde, diciendo que regresaría el domingo. La víctima era enfermera, y debía regresar a abrir la Policlínica de ASSE, de la cual poseía la llave de acceso y donde debía prestar funciones el día lunes, temprano de la mañana. Una vez comenzada la investigación por parte de la fiscalía y equipos especializados se pudo comprobar en reiteradas oportunidades que el ahora imputado y Amparo Fernández, se conocieron en el año 2018, a través de un grupo de whatsapp relacionado a las aparcerías llamado «Grupo Entreamigos». Luego comenzaron luego un contacto personal, de intercambio de mensajes por privado a través de esta red social, hasta que en el mes de diciembre de ese año se conocieron personalmente. Así pues, Amparo se trasladó en esa oportunidad hacia Sarandí Grande, al establecimiento rural «Don Daniel» donde el imputado prestaba funciones como alambrador desde hacía varios años, quedándose ambos una noche en un hotel de Sarandí Grande. En esa ocasión, el imputado le regaló a la víctima un caballo, pero con la condición de que ella no podía llevárselo, debiendo regresar a Sarandí Grande cuando quisiera visitarlo. También le había enviado tiempo atrás dinero en efectivo $ 7000, para ayudarla económicamente, de lo cual estaba en conocimiento la amiga de la víctima. Posteriormente a ello, quedaron en contacto vía whatsapp por un tiempo más, se encontraron en un evento relacionado con los caballos, luego dejaron de comunicarse por algunos meses, hasta que alrededor del mes de Mayo volvieron a mantener contacto nuevamente. Allí acordaron que ella vendría el viernes 28 de junio de 2019 a ver al caballo que él le había regalado. A raíz de la denuncia formulada por el padre de la víctima, el Sr. Jorge Miguel Fernández, el día 1º de julio de 2019 la Policía comenzó una incesante investigación. Vía SAIL, se solicitó la información del posicionamiento de las antenas, georeferenciando la ubicación del celular de Amparo, se concurrió a la estancia donde había estado, se documentó fotográficamente la misma en forma general. De la documentación. Realizado el relevamiento correspondiente por Policía Científica al mismo, se hallaron cabellos largos, que en una primera instancia a través de una pericia realizada se pudo determinar que eran humanos y posteriormente a través de otro examen pericial específico pudo establecerse que pertenecían a Amparo. Al momento del allanamiento e incautación de efectos, pudo establecerse que el sentenciado había lavado su vehículo y varias prendas de vestir, de los cuales pese a ser incautadas no se obtuvieron indicios. Pero sí se obtuvieron otros indicios: en especial se destaca el sombrero de la víctima, que se usó el día sábado para andar a caballo en la estancia y quedó registrado en video y fotografías, éstas últimas que se hallaron en el celular del imputado, también el hallazgo a escasos kilómetros del lugar del celular de la víctima (en el Paraje Tala Castro), en el que se ubicaron dos trozos por separado del celular de ésta, tirados en el pasto y contra un alambrado. La Policía llegó a ese lugar, ya que fue el propio imputado, al momento de su detención con orden judicial, quién les señaló el lugar donde arrojó el teléfono de Amparo, una vez que lo rompió. Así también el imputado señaló que arrojó el cuerpo de Amparo desde el puente sobre el Río Yí, en Polanco del Yi, entre otros detalles íntimos de la pareja. Se tiene por cierto que el imputado brindó tres versiones respecto de lo sucedido una vez que se dirigieron a la ciudad de Sarandí Grande. En la primera de ellas aseveró que había dejado a Amparo en el Parador Sagra, próximo a las 23 horas, ya que había decidido retornar a su hogar en Paysandú. En la segunda sostuvo que con Amparo se dirigían a Sarandí Grande a tomar algo y dar una vuelta y mientras circulaban por el Camino Prandi ella se arrojó de la camioneta en marcha. Cuando la fue a asistir notó que estaba muerta y por temor decidió cargar el cuerpo a la camioneta y regresar a la estancia. Una vez allí cargó también sus pertenencias y salió por el Camino Prandi, donde a los pocos metros se le enterró la camioneta. Ante tal situación caminó a la estancia, tomó su moto y retornó al lugar, donde procedió a atar la ropa de Amparo a la parrilla de la moto, a subir el cuerpo al vehículo y a subirse él al mismo, para luego proceder a atarse a Amparo con una piola a su propio cuerpo. Entonces se dirigió a Polanco del Yi, específicamente al puente, donde la arrojó junto a sus pertenencias. Dicha declaración fue recabada como Prueba Anticipada el día 24 de julio de 2019. La tercera y última versión brindada fue dada cuando se procedió a realizar la diligencia de reconstrucción del hecho y el imputado afirmó que la Sra. Fernández le solicitó que la llevara a Sarandí Grande a dar una vuelta y tomar algo luego de cenar, a lo que él accedió. En el camino Amparo le comentó que se tenía que ver con unas personas en la ciudad. Pararon cerca del Parador Sagra, donde se encontraba una camioneta con cuatro masculinos en su interior, uno de los cuales se subió a la camioneta del imputado y le ordenó apuntándolo con un arma que los llevara a la estancia. Es entonces que condujo hacia la misma acompañado del desconocido mientras atrás lo seguían los tres restantes con Amparo en su camioneta. Una vez en el lugar le exigieron la entrega de las pertenencias de Amparo, las que habían quedado ordenadas antes de salir, las entregó y al volver a la camioneta las revisaron, corroborando que faltaba un par de championes, los que reclamaron, teniendo que volver por ellos. Salió por Camino Prandi en la camioneta, quedando enterrado a los pocos metros. Alcanzó a la camioneta de los desconocidos las pertenencias de Amparo, le hicieron entrega de su celular roto y lo dejaron en el lugar. Volvió a la estancia, se bañó y se puso a tomar mate.
Según surge de la carpeta criminalística, se tiene por probado que el imputado presenta dificultades en el control de los impulsos y estilo poco elaborado, con prevalencia de la negación y la omnipotencia, lo que implica, según los dichos de la perito psicóloga del ITF, que cuando se tiene un impulso de hacer algo cueste reprimirse y que cuando no se puede lograr, ese impulso se lleve adelante. Asimismo revela una representación particular sobre los roles de género y la violencia particularizada por la creencia de desprotección en que se encuentran los hombres al momento de una separación: «los hombres se encuentran desprotegidos, por eso las matan. Cuando se separan, el hombre empieza a perseguir» según las declaraciones de la Licenciada Raquel Galeott. En efecto, la conducta de LUIS ALBERTO D. V. se adecua a la actividad material requerida para ser autor de UN DELITO DE HOMICIDIO MUY ESPECIALMENTE AGRAVADO POR FEMICIDIO, conforme lo previsto en los arts. 1, 3, 18, 60 numeral 1º, 310 y 312 nral. 8º del C.P., ya que en la noche del día 29 de junio de 2019, con intención de matar, dio muerte a la Sra. Amparo Fernández, por motivos de odio, desprecio o menosprecio, por su condición de mujer, cerca de la intersección de Camino Prandi y la Ruta 42. Esa misma noche se deshizo del cadáver, trasladándolo en su moto a una zona cercana a la estancia propiedad del Sr. Laroche. El imputado tenía motivos para darle muerte. Él quería una relación de pareja mientras ella pretendía que mantuvieran una relación sin compromisos: «Una cosa es acostarse y otra cosa es un futuro», ese fue el último mensaje de whatsapp que Amparo le enviara a Luis. Finalmente, este marte la Juez de 4to turno la Dra. Victoria Abraham condenó a LUIS ALBERTO D.V. COMO AUTOR PENALMENTE RESPONSABLE DE UN DELITO DE HOMICIDIO MUY ESPECIALMENTE AGRAVADO POR FEMICIDIO A LA PENA DE VEINTISÉIS (26) AÑOS DE PENITENCIARÍA, CON DESCUENTO DE LA PREVENTIVA SUFRIDA Y DE SU CARGO LAS PRESTACIONES PREVISTAS EN EL ARTÍCULO 105 APARTADO E DEL CÓDIGO PENAL.