EL Hamlet criollo

Luego de escuchar la interpelación, al Ministro Heber y al canciller Bustillo, surgió esta columna.

EL Hamlet criollo

En estos últimos días, los programas de televisión nacional, en particular , los noticieros, se han visto inundados con la presencia de sesudos analistas en materia de la jurisprudencia en la entrega de pasaportes.

Una imagen repetida y un discurso, sembrador de desconfianza y dudas ,fue la del Emperador de las suspicacias y semidiós del recelo, Senador Mario Bergara.

No resulta para nada increíble, de parte de los integrantes de la fuerza minoritaria opositora, el prenderse como garrapata de un discurso pletórico de aprensión e incredulidad, a cualquier afirmación por parte del gobierno, sea el tema que se discuta.

Han logrado, con sus comentarios, traer a nuestros días,  al dramaturgo, el bardo de Avon, padre de la literatura inglesa, William Shakespeare y su frase extraída de Hamlet “ algo huele a podrido en Dinamarca” y con ella utilizarla para sus más espurios fines, en la política vernácula.

No parece para nada  casual la elección de esta frase de la obra que tiene como tema central la venganza, claro que aquí a diferencia de la obra, es una venganza por la pérdida de elecciones nacionales.

El  Senador Bergara muestra un preocupante “Síndrome de Ofelia”, o sea problemas de memoria con sudoración e inflamación de ganglios, al olvidar que la responsabilidad de las facilidades para otorgar el pasaporte de la discordia se debe a una ley producida y firmada en el gobierno del “terror de los cortaúñas” y el enemigo número uno de los podólogos.

Se escuchó al recto Senador interpelante, una serie de horadantes frases, que pretenden minar la confianza de los uruguayos.

Salieron de su cavidad bucal, frases como las siguientes:

– Las respuestas tienen luces y sombras

– El gobierno debe hacerse cargo, ante un escándalo de proporciones.

– Es imperioso rascar hasta el hueso para dictaminar responsabilidades

– El gobierno minimiza el problema que enfrentamos.

Queda claro ante sus dichos, que tiene cierta animosidad y desconfianza con los integrantes del gobierno.

Porque al escuchar las respuestas del ministro y de el canciller, queda
 claro que las respuestas fueron claras, que el gobierno se hace cargo, que se investigó concienzudamente y que no se minimizó para nada el tema,  todo lo contrario a lo afirmado por el Senador.

Ante el exceso de verborragia negativa, ofensiva a la moral de los gobernantes y  que apunta específicamente al descrédito, no a  mejorar gestiones, que es lo que debería, por el bien de todos, me parece que a muchos uruguayos les va generando más de una duda sobre su gestión como integrante de la cámara alta.

Después de escuchar esta catarata de odio disfrazada de interpelación,  la pregunta que surge es, mirando el cráneo de un cadáver político.

“Ser o no ser”, Frenteamplista.

RFM

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