Con un gesto cargado de simbolismo y humanidad, el Papa Francisco abrió este viernes 27 de diciembre la segunda Puerta Santa del Jubileo 2025 en el complejo penitenciario de Rebibbia, Roma.
En una ceremonia conmovedora realizada en la capilla del Padre Nuestro, el Pontífice invitó a todos los presentes a “abrir las puertas de par en par, especialmente las del corazón”.
La celebración reunió a unas 300 personas, incluyendo reclusos, sus familias, personal penitenciario, autoridades y colaboradores. En un mensaje cargado de esperanza, el Papa recordó que la gracia del Jubileo es una oportunidad para reflexionar y abrir el corazón, especialmente en contextos de sufrimiento y exclusión.
“La esperanza es como un ancla que nos sostiene”
Durante la homilía, improvisada y cercana, Francisco habló sobre la importancia de la esperanza, describiéndola como una cuerda que, aunque a veces lastime, conecta con el ancla firme que nos mantiene en pie. “No pierdan la esperanza. Siempre hay algo bueno para seguir adelante”, expresó el Papa, animando a los presentes a aferrarse a esa cuerda incluso en los momentos más difíciles.
Un gesto histórico y sin precedentes
Por primera vez, un Pontífice abrió una Puerta Santa en un centro penitenciario, alejándose del escenario tradicional de las grandes basílicas. Este acto refleja el deseo del Papa de acercarse a quienes más lo necesitan, ofreciendo un símbolo tangible de cercanía y reconciliación.
El Papa entregó como obsequio una reproducción de la Puerta Santa y un pergamino conmemorativo, en el que se destaca la visita como “un signo de esperanza para recuperar la confianza en sí mismos y la solidaridad de la sociedad”.
El evento dejó un mensaje claro: la esperanza y la apertura del corazón son pilares esenciales para un Jubileo que busca renovar la fe y promover una convivencia más justa y fraterna.
Fuentes:
https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2024-12/papa-abre-la-puerta-santa-de-la-carcel-de-rebibbia-esperanza.html
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