Durante la Audiencia General, el Papa recordó la figura de San Pío X, promotor del catecismo a inicios del siglo XX, y destacó el rol crucial de los catequistas en la difusión de la fe.
Ciudad del Vaticano – En la Audiencia General del 21 de agosto, el Papa Francisco instó a los catequistas de todo el mundo a continuar siendo testigos valientes de la fe, destacando su labor fundamental en la formación religiosa. En esta fecha, que coincide con la conmemoración de San Pío X, proclamado santo en 1954, el Papa recordó el compromiso de este pontífice en la elaboración de un catecismo accesible que buscaba arraigar los fundamentos cristianos incluso en los sectores menos instruidos de la sociedad.
El Santo Padre, dirigiéndose a los fieles presentes, subrayó que los catequistas, especialmente en regiones donde la fe está en sus primeras etapas, son muchas veces los encargados de llevar adelante la misión evangelizadora. “Recemos por los catequistas, para que el Señor les infunda valor y les permita seguir adelante”, expresó Francisco con devoción.
Asimismo, el Papa reflexionó sobre el impulso apostólico que caracterizó a San Pío X y su esfuerzo por centrar la atención de los creyentes en Jesucristo. Por intercesión de este santo, Francisco deseó que los fieles puedan experimentar siempre el amor cercano de Dios.
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