El 8 de diciembre es el Día de la Inmaculada Concepción, debido al dogma de la Iglesia católica decretado en 1854 que sostiene que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de la concepción de su hijo Jesucristo. Asimismo, en esta fecha se arma el árbol de Navidad, que adorna los hogares hasta el 6 de enero, Día de Reyes. Muchos destacan que este hito en la vida cristiana dio origen a la tradición del pino decorado.
Los adornos más tradicionales del árbol de Navidad son:
- Estrella: Colocada generalmente en la punta del árbol, representa la fe que debe guiar la vida del cristiano, recordando a la estrella que guió a los Magos hasta Belén.
- Esferas: En un principio San Bonifacio adornó el árbol con manzanas, representando con ellas las tentaciones. Hoy día, se acostumbra a colocar bolas o esferas, que simbolizan los dones de Dios a los hombres.
- Lazos: Tradicionalmente los lazos representan la unión de las familias y personas queridas alrededor de dones que se desea dar y recibir.
- Luces: En un principio velas, representan la luz de Cristo.
Un poco de historia
Los antiguos germanos creían que el mundo y todos los astros estaban sostenidos pendiendo de las ramas de un árbol gigantesco llamado el “divino Idrasil” o el “dios Odín”. En cada solsticio de invierno, cuando suponían que se renovaba la vida, le rendían un culto especial.
La celebración de ese día consistía en adornar un árbol de encino con antorchas que representaban a las estrellas, la luna y el sol. En torno a este árbol, bailaban y cantaban adorando a su dios.
Cuentan que San Bonifacio, evangelizador de Alemania e Inglaterra, derribó el árbol que representaba al dios Odín, y en el mismo lugar plantó un pino, símbolo del amor perenne de Dios y lo adornó con manzanas y velas, dándole un simbolismo cristiano: las manzanas representaban las tentaciones, el pecado original y los pecados de los hombres; las velas representaban a Cristo, la luz del mundo y la gracia que reciben los hombres que aceptan a Jesús como Salvador. Esta costumbre se difundió por toda Europa en la Edad Media y con las conquistas y migraciones, llegó a América.
Poco a poco, la tradición fue evolucionando: se cambiaron las manzanas por esferas y las velas por focos que representan la alegría y la luz que Jesucristo trajo al mundo.
Las esferas y sus colores, actualmente simbolizan las oraciones que hacemos durante el periodo de Adviento:
- Esferas Azules: Simbolizan oraciones de arrepentimiento
- Esferas Plateadas: Oraciones de agradecimiento
- Esferas Doradas: Oraciones de alabanza
- Esferas Rojas: Oraciones de petición
Se acostumbra poner una estrella en la punta del pino que representa la fe que debe guiar nuestras vidas.
También se suele adornar con diversas figuras el árbol de Navidad. Éstos representan las buenas acciones y sacrificios, los “regalos” que le daremos a Jesús en la Navidad.
Para aprovechar la tradición: Adornar el árbol de Navidad a lo largo de todo el Adviento, explicando a los niños cada simbolismo. Los niños pueden elaborar sus propias esferas (24 a 28, dependiendo de los días que tenga el Adviento) con una oración o un propósito en cada una. Conforme pasen los días, las van colgando en el árbol de Navidad hasta Nochebuena.
(Fuentes: Catholic.Net y PrimerosCristianos.Wordpress.com)