Cada 19 de junio, Uruguay entero se detiene por un momento para mirar hacia adentro. No es solo una fecha más en el calendario: es el día en que conmemoramos el nacimiento del General José Gervasio Artigas, figura central de nuestra historia, símbolo de lucha, dignidad y justicia.
Nacido hace 261 años, su legado no se ha borrado con el paso del tiempo. Por el contrario, su ideario sigue tan vigente como entonces, y nos interpela a diario como país, como comunidad y como ciudadanos.
Artigas no fue solo un militar. Fue un pensador profundo, un revolucionario con los pies en la tierra y el corazón puesto en la libertad de su pueblo. Creyó en la igualdad, en la tierra para el que la trabaja, en el respeto por los pueblos originarios y en la idea de un gobierno que nazca desde abajo, desde las necesidades reales de la gente.
Aún hoy, su voz resuena en las aulas de las escuelas, en las plazas que llevan su nombre, en los actos patrios donde niños y niñas lo recuerdan con banderas celestes y blancas. Resuena también en cada gesto solidario, en cada reclamo de justicia, en cada acto de compromiso con la comunidad. Porque Artigas no es solo una figura histórica; es una presencia viva en la conciencia colectiva.
En tiempos de desafíos, recordar a Artigas es también recordar el valor de la coherencia, la humildad en el ejercicio del poder y la capacidad de pensar un país para todos.
Hoy, al cumplirse 261 años de su nacimiento, desde Florida —departamento que supo cobijar parte de su gesta—, el homenaje se transforma en compromiso: seguir caminando en dirección a los principios que él defendió, y que siguen dándonos identidad frente al mundo.
Que su legado no sea apenas una estatua, ni su nombre solo una calle. Que su pensamiento siga siendo guía. Y que cada uno, desde su lugar, pueda preguntarse con honestidad: ¿qué haría Artigas hoy?
Porque cuando un pueblo mantiene vivos a sus referentes, el porvenir tiene raíces.
Imágenes: Canal TVFlorida
