Fanny Folgar: La bestia (la verdadera)

Nuevamente la bestia desata su furia sobre la ciudad, sembrando el pánico, dejando destrucción y muerte a su paso.

De entre los escombros sale tambaleante una niña con la cara ensangrentada. Aturdida camina lentamente sin saber a dónde ir. La gente corre de un lado a otro socorriendo heridos, removiendo escombros en busca de alguien con vida, cuando en eso un joven se le acerca y la toma del brazo, mientras su cámara le ilumina el rostro con una luz cegadora, que le recuerda a la bestia.

¡No! -le grita desesperada-, no me saques una foto, tú eres igual que ella. ¿Acaso vas a devolverme mi familia y mi hogar?… Claro que no, tú solo haces tu trabajo y luego regresas a tu hogar satisfecho. Me dices que el mundo tiene que saber lo que pasa. ¿Acaso crees que no lo saben? Mi foto saldrá en todos los diarios para dar pena por un rato, mientras ese león soberbio, seguirá mandando lobos hambrientos de poder, sobre mi tierra.

¡Vete!, huye tú también mientras puedas, no olvides que, a esas bestias insaciables, tú también les molestas.

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