Luego de 50 años, la comunidad celebra con alegría el regreso de un pastor permanente
La comunidad de La Paloma vivió ayer una jornada histórica y emotiva con motivo del Domingo III de Adviento, conocido como “Gaudete” por la invitación a la alegría. Tras cinco décadas de espera, los fieles recibieron con gratitud y esperanza a su nuevo párroco, Fray Luis, quien asumió su misión pastoral en una celebración presidida por el Obispo Martín.
La ceremonia comenzó con la lectura del decreto episcopal por parte del diácono Matías. Luego, Fray Luis manifestó ante el Obispo y la asamblea su compromiso de servicio a la comunidad. La ocasión contó con la presencia de su familia, una delegación de Santa Teresita junto a su párroco Fray Pablo, los padres salesianos que han asistido a La Paloma en años recientes, y representantes de Blanquillo y del pueblo en general.
Durante su homilía, el Obispo Martín propuso tres reflexiones para preparar el corazón en esta temporada de Adviento: ajustar la vida personal para alcanzar la paz con Dios y con los demás, mantener una oración constante como un diálogo con Dios, y cultivar la gratitud por los dones recibidos.
La presentación de las ofrendas fue un momento simbólico que reflejó la trayectoria y el espíritu de servicio del nuevo párroco: su experiencia pastoral en Brasil, su identidad vinculada al interior uruguayo, y su disposición para caminar junto a la comunidad. Fray Luis expresó con humildad que no traía “oro ni plata” ni soluciones inmediatas, pero sí su entera dedicación para animar y comunicar la Buena Noticia.
La comunidad también dedicó palabras de reconocimiento a Jaime Castells, quien los acompañó durante años en ausencia de un párroco fijo, sin importar las dificultades del clima o las distancias.
La historia de la parroquia de La Paloma es rica en momentos significativos. Desde la misión en 1947 y la colocación de la piedra fundamental del templo en 1948, hasta la labor del primer párroco, el Pbro. Sergio Cabrera, quien impulsó obras comunitarias y sociales. La emotiva ceremonia de ayer recordó también al P. Francisco Furtado, cuya memoria estuvo presente a través de su sobrina, la Dra. Day, quien participó en la Eucaristía.
Con el nombramiento de Fray Luis, la comunidad de La Paloma renueva su fe y esperanza, sintiendo nuevamente la presencia constante de un pastor que los guiará en su camino espiritual.
Fuente: Diócesis Florida