Para optimizar la atención durante la emergencia sanitaria, la Administración de los Servicios de Salud del Estado duplicará las camas de cuidados intensivos en varios puntos del país; llegará a 203 en enero próximo y adjudicará ambulancias especializadas donde no sea viable contar con CTI. Su titular, Leonardo Cipriani, dijo que la inversión en infraestructura, recursos humanos y materiales suma 1.000 millones de pesos.
En entrevista con Comunicación Presidencial, el presidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) explicó que en esta nueva etapa de la pandemia, en la cual hay una circulación viral sostenida, es necesario preparar los hospitales para una mejor calidad de atención. Esto implica mantener una separación entre las puertas de emergencia y el área de internación, así como cuidados moderados y centros de terapia intensiva (CTI).
Actualmente en cuidados moderados hay cerca de 1.000 camas libres en todo el país, por lo que el foco es fortalecer cuidados intensivos. En ese contexto, informó que, en forma semanal, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, se comunican con él para interiorizarse sobre las necesidades que se originen.
Recordó que al asumir al frente de la institución, en marzo de 2020, había 112 camas operativas y que ahora se proyecta llegar a enero de 2021 con 203 plazas. Ya se instalaron 35 camas y otras 56 comienzan a instalarse en breve.
La ampliación es más sencilla en hospitales que ya contaban con CTI, porque son parte del tercer nivel de atención, es decir, ya disponen de infraestructura para soportar este tipo de servicio, como block quirúrgico con equipamiento y especialidades médicas diversas, principalmente nefrología, fisioterapia y técnicos neumocardiólogos.
En dos casos fue necesario instalar íntegramente los CTI, lo que implica realizar importantes obras, ya que requieren salas especiales, con determinado tipo de aislamiento y un flujo de aire diferenciado. Uno de los lugares fue Treinta y Tres, que actualmente es considerado de buen funcionamiento y capacidad de respuesta, y el otro, Las Piedras, Canelones, para el que se pidió un permiso especial al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, ya que las tareas coincidieron con la licencia de la construcción. Allí se dispondrá de 6 camas.
El CTI de Rivera se reforzó y ya está funcionando; Tacuarembó se fortaleció con 6 camas y se ampliará con 8 más, y Florida pasó de asegurar 8 a 14 plazas. En Montevideo, se agregaron 6 camas en el hospital Maciel y otras 6 en el Pasteur. En el hospital Español la cantidad aumentó, de 14 a 24 plazas, y ahora se agregan 10 más. El de Lavalleja incrementará el número de camas, de 8 a 14; el de Maldonado, de 8 a 16, y en Salto la cifra aumentó a 14. En Paysandú, se sumaron 4 y se incorporarán 4 más.
Asimismo, los equipos de ASSE trabajan por la contratación de 311 funcionarios para atender a los pacientes en estos lugares especializados. Cipriani explicó que supone un esfuerzo importante, ya que se debe invertir más de 40 millones de pesos mensuales para mantenerlos, a lo que se suma un 30 % por salario vacacional y aguinaldo.
En algunos hospitales, como el de Rocha no fue viable un centro de terapia intensiva, porque ese tipo de servicios necesita otra infraestructura alrededor. En esos casos, como Rocha y Colonia, se apela a un traslado rápido y oportuno y a buenos convenios con prestadores locales. Para eso, se incrementaron los traslados especializados con equipo médico completo. “Estas ambulancias son verdaderos CTI con respirador, equipamiento para traslado de pacientes con COVID-19 y para desinfección especial con luz ultravioleta”, relató Cipriani.