En lo que va del mes, el Departamento de Florida superó los 1.000 nuevos contagios por Coronavirus y podría llegar a fin de abril con un tercio de otros nuevos contagios. Dicen que el problema es responsabilidad de la gente, lo que en algunos casos resulta más que evidente. Pero en otros casos que no son advertidos por los responsables, hay errores institucionales que ayudan a que el virus continúe circulando en la comunidad y contagiando a gente que se cuida. Caso 1: Una patrulla policial llegó el viernes pasado con dos funcionarios hasta una casa de Florida capital, en la que se decía que se festejaba un cumpleaños. Era noche tarde. Había más de 10 personas reunidas por lo que la aglomeración era evidente y por añadidura la música estaba fuerte a una alta hora de la noche. Uno de los policías que se allegó a la reunión, estaba sin ningún tapaboca, y a los jóvenes reunidos les pidieron como única cosa, que bajaran el volumen de la música, porque era tarde y debido a que en el barrio vivía gente que trabajaría temprano al día siguiente. Al parecer el problema que advertía la Policía solo era el ruido (lo que parecía prohibido) y no los contagios por Coronavirus (lo que si importa prohibir) generados en las aglomeraciones. Ese fue el mensaje dejado a los muchachos reunidos en pelotón, sin tapaboca ni distancia social alguna. Pero era evidente que con un funcionario policial que llegara al lugar sin tapaboca, se hacía imposible que éste exigiera el uso del mismo a un grupo de gente joven que peligraba generar nuevos contagios. Las últimas novedades sanitarias indican que la mayoría de los contagios por Coronavirus se producen en la «burbuja intrafamiliar», concepto un poco ambigüo sobre el cual el Gobierno no ha insistido demasiado en explicarlo hasta el cansancio y con claridad, como si lo han hecho con reiteración sobre el uso del tapaboca, el lavado de manos frecuente, la desinfección con alcohol, la distancia interpersonal de 2 metros y ahora, con la vacunación de la población. Esta es una de las principales razones para que a pesar de las medidas de política pública destinadas al control de la pandemia, los casos en la ciudad continúen aumentando. Hay muchas personas que interpretan esa idea de «burbuja» como la de un círculo supuestamente limitado, pero adoptado con un sentido muy laxo como para que se faciliten los contagios y empeore las cifras locales de la enfermedad. ¿Acaso faltan más muertos para que se tome en serio a esta enfermedad, que tiene en jaque a todo el sistema sanitario del país, en esa cosa tan típicamente uruguaya de que tomamos medidas drásticas recién cuando enfrentamos casos que ya no tienen solución? Hasta el día viernes, el Departamento en lo que va del mes tuvo seis muertes por Covid-19 y 1.031 contagios por esta enfermedad, y si sigue este promedio podrían sumarse hasta el final del mes, unos 313 contagios nuevos más, para llegarían a un total de 1.345 contagiados en abril por Covid19 en Florida, el supuesto mes que había que «blindar». Y lo más trágico es que de seguirse con el actual promedio de muertes por esta enfermedad, en Florida de acá a fin de mes podría esperarse un fallecimiento más. Caso 2: Pero la cantidad de estos contagios en Florida es un hecho que tiene múltiples factores y no responde a una única causa. Los que simplifican, se equivocan. A esa forma «laxa» de hacer cumplir las medidas sanitarias dispuestas por el Gobierno, por parte de la autoridad policial, debe sumarse el impacto institucional de algunos «prestadores de salud», como se les dice ahora a las mutualistas. En la ciudad funciona más de una. El asfalto está lleno de historias que muestran la importancia que éstas le otorgan al corte de la circulación comunitaria del virus. Haciendo caudal de las historias que se divulgan por el Facebook de gente floridense, vemos que muchos casos se manejan con notoria malapraxis en el control de los posibles contagios. Es verdad que las redes no tienen el control necesario para certificar si todo lo que en ellas se publica es verdad, pero con aceptar que la mitad de lo que se cuenta sea cierto, tenemos algunas de las posibles explicaciones del motivo de que el virus se mueva incontrolado en medio de una fuerte campaña para evitar los contagio por este mal. Vaya como ejemplo la historia de un hombre que llamó a su mutualista porque tenía síntomas sospechosos de coronavirus, y ésta le exigió que fuera a sus instalaciones para hacerse el hisopado correspondiente; el hombre le contestó que no se sentía bien y que no tenía otro medio para hacerlo que una bicicleta y a él le faltaba el aire. La mutualista le retrucó que por casos así no se hacía asistencia a domicilio, porque no tenían el personal necesario para enviar, y le reiteraron que debería ir al local mutual si quería verificar su estado sanitario; el hombre finalmente resolvió ir en bicicleta, con serias dificultades respiratorias para pedalear y a cuestas con sus niños a los que no podía dejar solos; resultado: el hombre que pidió asistencia, fue un caso Covid positivo. ¿Una historia así puede ser cierta o es un invento de la gente que escribe en Facebook? Porque de ser cierta, caben preguntas con respuestas muy inquietantes. Además de la evidente falta de cobertura asistencial, lo que de por sí viola el contrato social que da sentido a las mutualistas, hay interrogantes en medio de esta pandemia. ¿Cuántos contagios podría haber dejado en la comunidad, ese hombre en su marcha para llegar a la mutualista? Y peor, cuando el relato termina con que siendo el hombre un paciente diagnosticado Covid positivo, en la mutualista le pidieron que haga cuarentena en su domicilio y dejaron que se fuera pedaleando otra vez en la misma bicicleta en la que dificultosamente llegó hasta el centro de asistencia. ¿Será éste otro invento de los floridenses que escriben sus relatos en Facebook? Lo cierto es que la red está llena de historias de similar talante, que dejan muchas dudas sobre el adecuado aislamiento tomado con los pacientes, una vez que éstos fueron diagnosticados Covid positivo. Está demás aclarar que en el mundo de la salud local hay mucho stress, cuando han muerto a nivel nacional varios médicos por esta enfermedad y Florida cuenta en su haber con el triste antecedente de tener la muerte de una muy estimada enfermera por Covid. Partiendo de la base de que no estamos frente a expresiones de «negacionistas» confesos de la enfermedad, éstas no son historias de culpas o de responsabilidades, de omisiones asistenciales o de desidia en el manejo de los problemas aparejados por este mal. Son historias que hacen sospechar de algo más elemental: muchos floridenses no le tienen respeto a este virus. Parece que en Florida, Batman y Batichica fueran inmunes a los contagios, a pesar de que el sábado en la ciudad hubo 83 contagiados, unos 46 casos más que los registrados el día anterior. ¿Así se puede cortar la circulación comunitaria del virus?
Cantidad de casos
El comportamiento de los contagios diarios por Coronavirus en el Departamento de Florida ha sido muy errático. En lo que va del mes, solo un día (15.04) superó el centenar de casos y el resto del mes varió la cifra sin ninguna lógica epidemiológica evidente, quedando durante tres jornadas en una cantidad de casos ubicada por la decena de los 80, en una jornada por la decena de los 70, en dos por la decena de los 60, en cuatro por la decena de los 50, y en el resto de los días por debajo de ese hito en la cantidad de casos positivos.
Cifras en contexto
De acuerdo a los datos oficiales tomados de la página oficial del Cecoed, el viernes el país se vio afectado por 3.658 nuevos contagios de Covid-19, provocados por el Coronavirus de moda por estas latitudes, de los cuáles 37 casos fueron aportados por el Departamento de Florida. Ese día en el país hubo 67 muertos causados por esta enfermedad y ningún caso mortal provocado por la misma en el Departamento, en el marco de los 2.227 muertos registrados como causados por esta enfermedad desde comenzó la pandemia, el 13 de marzo del año pasado. Eso significa que Florida aportó el viernes pasado un 1% de los nuevos contagios de la enfermedad en el país, y 0% de las muertes registradas en todo el territorio nacional. Pero el Índice de Harvard ubicó una vez más al Departamento de Florida en color rojo (el peor de los cuatro utilizados), tal como sucede desde hace varios días, situándose en esa jornada en 65,54. Este Índice es un indicador mundialmente aceptado para seguir la evolución de la enfermedad, que estima en colores una cifra (el índice) en base a los casos nuevos aparecidos de los últimos 7 días cada 100.000 habitantes. El Índice de ese viernes para Florida no fue el peor del país, pero si peor que el registrado en cuatro de los seis Departamentos que nos rodean, superándonos solamente los Departamentos de San José (81,44) y Canelones (78,83). El color rojo se establece para aquellos Departamentos cuyo indicador supera el 25, el color inmediatamente inferior es el naranja y se otorga cuando el Índice se ubica entre 25 y 5, el que le sigue en riesgo es el amarillo que se otorga cuando el Índice se ubica entre 10 y 1, y el color de menor riesgo es el verde, que se otorga cuando el indicador es inferior a 1.