Con la presencia de José Amorín Batlle y Raúl Batlle, el candidato colorado encabezó un acto cargado de emoción, respaldo político y mensajes directos sobre el presente y futuro de Florida.
Anoche, la histórica Casa del Pueblo fue nuevamente punto de encuentro para la militancia colorada y para todos aquellos vecinos que siguen con atención el rumbo político del departamento. Juan Amaro, candidato a la Intendencia por el Partido Colorado, convocó a un acto que reunió diversas figuras del batllismo, incluyendo al senador José Amorín Batlle y a Raúl Batlle, en una velada que mezcló recuerdos, autocrítica, propuestas y compromisos.
Uno de los momentos más sentidos de la jornada fue el homenaje que se le rindió al dirigente Julio González, a quien recordaron por su militancia y compromiso con la comunidad.
En su intervención, Amaro hizo un repaso de su recorrido y del camino que lo llevó a convertirse en la figura de consenso del sector “Unir para crecer”. Destacó el gesto espontáneo de Ezequiel, quien en una reunión anterior pidió la palabra para manifestar públicamente su respaldo a su candidatura, gesto que se tradujo en el apoyo de la Lista 25.
También dedicó palabras a “Abreu”, a quien describió como un luchador social con décadas de entrega comunitaria: “Ha estado en todas, en las escuelas, en las policlínicas, en los barrios… Y ahora está juntando votos en cada rincón de Florida”, dijo. Luego, saludó a Juan Augusto, presente entre el público, por su trabajo en la causa de la discapacidad: “Eso sí que es profundamente humano”, expresó.
El eje central del discurso giró en torno a su propuesta de gobierno. Amaro aseguró que su programa tiene un enfoque social fuerte y concreto, alejado de las promesas vacías. Fue especialmente crítico con la actual administración y sus anuncios de obras: “No se pueden prometer siete piscinas cuando no se puede arreglar la que ya existe. Eso es subestimar a la gente”, sentenció, con tono firme pero sin caer en agravios personales.
Apuntó directamente al déficit acumulado de la Intendencia, que cifró en 32 millones de dólares, y aseguró que 10 millones corresponden a deudas con comerciantes locales. “Recibo decenas de testimonios de empresarios que ya no se presentan a licitaciones porque saben que no van a cobrar. Algunos ya bajaron las cortinas. Y cuando cierra un comercio, se pierde trabajo. Y el 72% del empleo en Florida viene del comercio”, remarcó, generando murmullos de aprobación entre los asistentes.
Frente a este diagnóstico, propuso como salida un fideicomiso financiero a 15 años que permita ordenar las cuentas, saldar deudas y poner en marcha un modelo de desarrollo que reactive la economía local. “Queremos un departamento productivo, en marcha, con trabajo real. No más clubes políticos en los locales vacíos del centro”, dijo en alusión a la proliferación de sedes partidarias donde antes había comercios.
Amaro también dejó en claro su postura frente a las políticas de asistencia social. Cuestionó el monto actual de los apoyos municipales a instituciones como Recrear o las que trabajan con personas con síndrome de Down. “Veinte mil pesos no es ni un salario. Nosotros queremos más que cumplir. Queremos acompañar, dar herramientas, abrir oportunidades”, aseguró.
Sobre el final, hizo un llamado a la sensatez y a recuperar una conducción con visión de Estado. “No se trata de prometer lo que no se puede cumplir. Se trata de mirar a los ojos, decir la verdad y comprometerse con la gente”, dijo. Y concluyó reafirmando que el camino que propone no es fácil, pero sí necesario: “Con orden, con responsabilidad y con compromiso, Florida puede salir adelante. Pero hay que empezar por escuchar y asumir que no se puede seguir como hasta ahora”.
La jornada cerró entre aplausos, abrazos y saludos en los pasillos de la Casa del Pueblo, donde la militancia, una vez más, volvió a creer que es posible un cambio desde lo social, lo humano y lo honesto.


