“Yo opino porque opinando, opino de quien preopino, no opina lo que yo opino, ni yo opino cual su opinión”
¡Ah tololo!
Ya hace bastante tiempo, que la emperatriz capitalina, muestra una capacidad enorme para opinar, de cualquier tema, es toda una todóloga, claro menos de los que corresponden a su cargo.
De temas municipales tiene menos opiniones que la desaparecida revista “ Billiken”.
A pesar de que tiene el récord Guinnes, de ser la única Intendente a la que se le inundan los puentes desde arriba.
Los capitalinos sufrimos día tras día, una andanada de juicios y recomendaciones, sobre todo tipo de situaciones.
La más reciente, la soberbia recomendación de en que barrios había que colocar cámaras de seguridad.
Esto sin duda sería de agradecer, si antes podara, iluminara y acondicionara varias calles, que tienen bocas de pasta base y los delincuentes se ampáran en las sombras.
Como que primero es lo primero y si va a opinar, asesórese adecuadamente en los temas, porque hablar para la tribuna, en mi pueblo, decimos sobre el hablador que “es puro humo” y a esta altura, tras tantas intervenciones, el smog no nos deja ver nada.
La lista de opiniones es extensa y alimento para la prensa servil, desde economía, inversión, vacunas, justicia, salinidad, cultura, (Lali Esposito mediante) y para completar es especialista en velatorios.
Se le antojó suspender la feria del libro, según su criterio en homenaje al Arquitecto Arana, siendo el finado Intendente, un hombre que amaba todo el tema cultural y en particular los libros, así que esto parece muy poco acertada decisión.
Pero la emperatriz es totalitaria en todas sus decisiones.
Prefirió el Antel Arena a solucionar problemas que hoy nos tienen con alta preocupación y hasta el inefable “pepe” dijo que fue un error.
La capital es una mugre, pero de eso, ella no opina
Esa mi opinión
¿ y usted qué opina?