Durante el Mes de la Palabra, se inspira a los fieles a encontrar en la fe y la comunidad su seguridad en tiempos de adversidad.
En el marco del Mes de la Palabra de Dios, la Diócesis de Florida celebra la profunda reflexión de san Juan Crisóstomo, quien nos recuerda que “la Palabra es mi seguridad, mi puerto tranquilo, mi muro, mi defensa”. En su homilía, el obispo destaca que, a pesar de las tempestades que amenazan nuestras vidas, la fe en Cristo nos mantiene firmes como una roca inamovible.
Crisóstomo nos invita a enfrentar nuestros temores, ya sea la muerte o las pérdidas materiales, con la certeza de que la vida es Cristo y que la muerte es una ganancia. En un mensaje lleno de esperanza, afirma que donde hay amor y unidad, allí está presente el Señor, garantizando su protección.
Los fieles de Blanquillo están llamados a unirse en comunidad, recordando que aunque puedan estar separados físicamente, permanecen unidos en el amor y la caridad. Este mes es una ocasión para fortalecer la fe y la conexión entre las personas, preparándonos juntos para la luz eterna que promete la Palabra de Dios. La diócesis se compromete a ser un refugio de fe y solidaridad, donde cada miembro pueda encontrar consuelo y fortaleza en la comunidad cristiana.
Diócesis Florida