Referencia: Tricoaniversario (*)
Como genuina creación humana, el fútbol y sus instituciones siempre han estado supeditados a múltiples factores que muchas veces han truncado proyectos que en su momento parecieron vigorosos, sólidos y de un futuro promisor. Ejemplos sobran en nuestro medio: desde el Alumni imbatible a principios del pasado siglo, pasando por el Mundial arrollador en las canchas e innovador en tantos aspectos o aquel Misterio que irrumpió sólidamente desde el centro de la ciudad aunque no duró más que un lirio deportivo o el romántico River de San Gerónimo, que construyó un escenario de piso envidiable en el medio de la nada rural… Pero “en el otro rincón” están los que han sabido competir y superar las acechanzas del tiempo y de su cómplice el olvido. Como el Club Nacional de Fútbol (o de Football como siempre nos exige escribir nuestro primo César Agustín) que hoy está celebrando sus 111 años plenos de energía, metas cumplidas y sueños renovados. Que superó décadas de ostracismos en los podios de campeón para irse convirtiendo en un habitué d los protagonismos locales e interdepartamentales…que un día comprendió que (como en la vida misma) no hay futuro que no pase por la niñez y juventud (incluido el género femenino), potenció como pocos sus formativas y hoy no solo recoge los frutos sino que redobla la apuesta con la exitosa Florida Cup que volvió a concitar una multitud el pasado fin de semana. Nada le cayó del cielo, por más que San Cono sea del barrio. Ha habido generaciones que agiornaron la sede, redondearon un envidiable complejo deportivo, le plantaron cara y derrotaron cada crecida furiosa del Santa Lucía o salieron cada vez más fuertes de los actos vandálicos y hurtos que se han reiterado contra lo que han generado con tanto cariño y esfuerzo. Y si quiere ponerle nombres al esfuerzo y a los casi milagros del fútbol infantil que nos concita habrían varios, pero solo citaremos dos, con los que todos se sentirán identificados y nadie discriminado, y que por casualidades no tan casuales están emparentados con este marzo tricolor: Teresa Ghan, que ayer también cumplió años y debido a ello estuvo un poco más en su hogar que en el complejo que tan justificadamente lleva su nombre y Daniel Acosta uno de los visionarios del proyecto formativo que hoy también está de festejos en su mega emprendimiento comercial. Como para refrendar que al igual que en deporte, como en la vida misma nada es casualidad y casi todo gira en torno a causalidades
(*) Celebrando un nuevo aniversario de Nacional, distinguido integrante de OFIF