PRIMERAS COMUNIONES DE ADULTOS EN LA CATEDRAL

«El cristiano, con la fuerza del Espíritu, da testimonio de que el Señor vive, que el Señor ha resucitado, que el Señor está entre nosotros, que el Señor celebra con nosotros su muerte, su resurrección, cada vez que nos acercamos al altar»; y lo hace «en su vida cotidiana, con su modo de obrar». Es, añadió, «el testimonio continuo del cristiano». Al mismo tiempo, el cristiano debe ser consciente de que a veces este testimonio «provoca ataques, provoca persecuciones». Que la mundanidad, las cosas fáciles, las cosas que vienen precisamente del padre de la mentira, del príncipe de este mundo, el pecado, no me aleje del testimonio. (Francisco, homilía en Santa Marta, 2 mayo 2016)

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